lunes, 26 de octubre de 2020

LALIGA SANTANDER JORNADA 7

 CÁDIZ 0 - VILLARREAL 0

RAYITAS DE COLORES: ÁNGULOS PARA LELOS


CÁDIZ: Ledesma, Akapo, Fali, Cala, Espino, José Mari (Nano Mesa 82'), Jonsson, Salvi (Alberto Perea 88'), Álex Fernández, Choco Lozano (Jairo 66') y Negredo (Malbasic 66').

VILLARREAL: Asenjo, Mario Gaspar (Foyth 86'), Albiol, Pau Torres, Pedraza, Iborra, Coquelin (Rubén Peña 86'), Manu Trigueros (Bacca 73'), Kubo (Chukwueze 62'), Moi Gómez y Alcácer (Yeremi Pino 86').

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea (vasco). Amonestó a Salvi y Jairo por el Cádiz y a Mario Gaspar y Pedraza por el Villarreal.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 7ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón de Carranza a puerta cerrada.



CRÓNICA SULFURERA: Minuto 5 y poco: Aun no se me había asentado en el estómago la ensalada de wakame y el carpaccio de ternera (¿Qué?¿Cómo te quea?) y saltó el mamoneo de la jornada. Es como el Gordo de la Lotería, que sabes que el 22 de diciembre por la mañana sale seguro, pero no a qué hora. Pues los partidos del Cádiz igual. Sabes que habrá pajarraca arbitral, pero no en qué minuto. Las casas de apuestas podrían ofrecer esa posibilidad, oye. Apostar en qué minuto habrá pitote, y si va a ser un penalty, una roja injusta o un gol anulado. Hagan juego.

El VAR como concepto teórico es una virguería. Un sistema que corrige los fallos de los árbitros con tecnología punta (cámaras). Pero olvidamos que el VAR no es un robot como el cortete de la Guerra de las Galaxias. El VAR lo lleva palante un señor en chandal delante de un televisor. O sea, como el Titanic, que como concepto era un bastinazo (¡el buque más seguro de la historia!) pero en la práctica, el que llevaba el timón era un gachón al que se le metió el iceberg en la zona muerta del retrovisor, o simplemente estaba buscando el paquete de tabaco y no se dio cuenta del pedrusco que se le venía encima. Los mandos en ambos casos,VAR y Titanic, los dirige una persona. En el caso del fútbol, un tipo que puede fallar tanto como el que está en el césped por mucha cámara lenta que le pongan. De hecho es así. Y como en dos añitos escasos de VAR, el cachondeo va a un promedio de VARetaso y medio por partido, qué quieres que te diga, compi…me fío mucho del cacharro, pero poco del que lo maneje. Después de que un agarrón sea penalty un día, y otro día no. Después de que una agresión sea roja un día, y otro día no. Después de que un mismo árbitro decida revisar una jugada un día, y el otro no. Y después del cachondeo colorista de las líneas del fuera de juego, lo siento pero el mangazo me parece igual de gordo, con VAR y sin VAR.

¿Han visto como dibujan las líneas? Si Don Manuel Villero que en paz descanse, profesor mío de Dibujo en la EGB me hubiera visto tirar las líneas paralelas de esa forma, me planta un 4,5 (con el coraje que daba) y lo mismo me llevaba de propina pa casa un cosqui y to. Me tengo que creer que el hombro del Choco está media cuarta por delante del deltoides de un futbolista del Villareal porque el delineante lo ha pintado así. Y punto pelota. Eso va a misa. Y se acabó la película. ¿No? Pues digo yo que si se van a hacer las cosas con semejante precisión milimétrica, que digan cuándo, (o sea en qué minuto, con sus décimas, centésimas y milésimas correspondientes), la bota de Alex toma contacto exacto con el balón, momento microscópicamente preciso que debe ser tomado como referencia para todo el quilombo de las rayitas de colores. Que con tantas líneas de colores ya no sabe uno si es fuera de juego, o si Martín Vila me va a cobrar por aparcar dentro del área, cojones. Como el momento del golpeo es ambiguo y es impepinablemente impreciso, ¿Quién garantiza en qué momento el hombro del Choco está delante o detrás, en una imagen donde impera la duda, donde tanto importa un centímetro delante o uno detrás, una centésima delante y una detrás, si la variable tiempo no se mide con la misma finura que la variable espacio? La ambigüedad, la inexactitud, la foto-finish inconclusa, el liazo…es de tal calibre que bien podían aplicar eso de “estar en línea”, que como todo el mundo sabe, no es fuera de juego. A todo esto, Choco ni tocó la pelota. Precioso todo. Pero claro…la jugada es interpretable.

El problema es que todo aquello que se considera interpretable, se interpreta en contra del Cádiz. La mano del día del Osasuna era interpretable, pero era más mano, que no-mano. La falta al Choco previa al segundo gol del Sevilla era interpretable pero era más falta que no-falta. El penalty a Perea, o mejor dicho, el atropello del Cercanías a Perea, era interpretable…pero era mucho más penalty que no-penalty. Y el gol de hoy, era interpretable pero es más gol que no-gol. En resumen, lo que está pasando con el Cádiz es interpretable, pero es más descaro que no-descaro. Y lo mismo, con arte y diplomacia, hay que decirlo por las zonas palaciegas del fútbol español, alzando una mijita la voz. Por lo menos para que sepan que nos estamos dando cuenta del rollo. Que venimos de las catacumbas pero que no somos tontos, vaya.

En fin, continuando con la crónica…de la jugada de marras al minuto 90, no pasó más ná. Sólo la constatación del Cádiz como un bloque de gachones que se mueven como si llevaran cadenas atadas en el tobillo entre uno y otro. Donde va uno, van todos. Nunca dejan más parcela de la cuenta. Por lo que al otro equipo sólo le queda el recurso de tomarse pastillas contra el desespero. Al Cádiz hay que meterle mano como Frank de la Jungla le mete mano a las cobras chungaletas: con cuarenta ojos por si te pica. Por eso, los rivales nos atacan de lejitos, y sin tirarse de coco. El Osasuna empezó hablándonos de tú. El Villareal hoy nos habló de usted. Y si esto sigue así, lo mismo el resto de los rivales nos acaban pidiendo permiso para atacarnos con una carta encabezada por un “Excelentísimo señor”.

Un puntito es un puntito. Recuerden: nuestro objetivo es dejar a tres equipos por abajo. Y el Valladolid, por ejemplo, ya lo tenemos a ocho puntos. No está malote. Seguimos remando señores.




No hay comentarios:

Publicar un comentario