lunes, 13 de septiembre de 2021

LA CRÓNICA SULFURERA DE VERA LUQUE

 JORNADA 4
CÁDIZ 0 - REAL SOCIEDAD 2

LA CLÁSICA APOSTASÍA DE TODOS LOS AÑOS


CÁDIZ: Ledesma, Iza Carcelén (Martín Calderón 86'), Marcos Mauro, Cala, Espino, Fali, Jonsson (Tomás Alarcón 59'), Salvi, Álex Fernández (Álvaro Jiménez 59'), Sobrino y Negredo (Osmajic 59').

REAL SOCIEDAD: Remiro, Gorosabel (Zaldua 90'), Aritz Elustondo, Le Normand, Aihen Muñoz, Guevara Mikel Merino, Silva (Zubimendi 79'), Portu (Januzaj 73'), Oyarzabal (Lobete 90') e Isak (Sorloth 73').

ÁRBITRO: Muñiz Ruiz (gallego). Amonestó a Negredo y Espino por el Cádiz. Expulsó a Cala (83') por doble amonestación.

GOLES: 0-1 Oyarzabal (71'), 0-2 Oyarzabal (p.) (84').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 4ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 11.826 espectadores.




CRÓNICA SULFURERA: Cuando el año pasado el partido desembocaba en desastre, la ira se convertía en un estado de ánimo momentáneo que se difuminaba en el momento en el cual desde lo más hondo del butacón, quitabas el fútbol y te ponías esa serie de Netflix que te tenía enganchado.  Cambio de tercio ante la derrota. Ahora, con doce mil fieles alrededor tuyo, la desconexión de la cruda realidad futbolera se torna complicada. La marea amarilla que espera el autobús, el desconocido compañero de grada, el vagabundo bufanda en mano que te cruzas llegando a casa…todos aportan su granito de arena al pesimismo. Al mismo pesimismo que tú, hábilmente, regateabas creándote una suerte de universo paralelo una vez que cambiabas de canal y no esperabas ni a las repeticiones. Ya no vale. Tanto tiempo esperando a tener un estadio lleno, contando con el efecto placebo de las butaquitas amarillas camufladas entre la peña vestida del mismo color, para esto. Pero piénsenlo: el clamor de la platea lo mismo que en el presente simple es ánimo aún, en un futuro imperfecto se puede volver queja, y los decibelios se nos pueden volver en contra como un boomerang un día de ponientasso. Cuidadín. Lo que hemos visto hoy, lo vimos ya el año pasado en sesiones matinales, de tarde y de noche. Aquí el año pasado sacaron puntos sin necesidad de peinarse después unas pocas de escuadras, y no precisamente de las punteras. Lo que pasa es que el lamento nos lo dejábamos en casa. Hoy, la catarsis colectiva nos saca los sentimientos más viscerales y nos hace dudar de aquello en lo que tanto creíamos. El cadismo pasa por la primera crisis de Fé de esta temporada. La Real Sociedad nos ha deshilachado las bases de la doctrina cerveriana. A estas horas, lo mismo incluso alguno ha solicitado apostatar. Vienen tiempos difíciles. Recemos hermanos.

Porque hay una serie de rivales en esta liga, ante los cuales nuestras pretensiones de puntuar pasan por el capricho de la Divina Providencia Futbolera.  Entre ellos, la Real, que puede estar en el top 5 de los mejores equipos patrios, o al menos, de los que tratan con más delicadeza y educación a Su Majestad la Pelota. Darle la redonda a los Txuri Urdin desde el minuto 1, es como jugar contra Nadal, y dejarle sacar en todos los juegos.  El control del cotarro lo van a tener ellos, que precisamente no van cortetes de calidad. Resulta que el 21 de ellos, un tal David Silva, lo conocen ¿No? tiene una estatua en su honor en el estadio del Manchester City. Hemos jugado contra un señor al que le han hecho una estatua, como si fuera Castelar. Guay ¿eh? Se notaba la clase del chavo, cuando entre pases, carreras y encontronazos, el balón le llegaba a los pies. Ahí sacaba su superpoder que no es otro que ralentizar el tiempo mientras posee la pelota. Cuando Silva la tiene, todos corren más lento, el agua de la lluvia vuelve a la nube y el viento se para. Y él mientras, se mueve con el balón como si no lo acosaran los rivales, como si estuviera en mitad de un campo infinito sin defensa tarugo que lo incordie, sin stopper que lo quiera derribar. Si rodean al canario de otros bichos como Isak, Mikel Merino u Oyarzabal, ese niño con cara de notario jubilado que tira los penalties con la fuerza justa para que rebase la línea de meta sin frenarse, y siempre al sitio donde no va el arquero por mor del saltito de chirigota antigua que se marca antes de patear…aparece un equipo donostiarra, que es de lo más agradable que hoy en día se puede ver en los campos de fútbol de la Piel de Toro. Pues a esta gente le hemos regalado la pelota desde el primer minuto. Qué digo desde el primer minuto. Posiblemente el balón del partido ya lo tenía en su poder la Real cuando este mediodía almorzaban en el restaurante del Barceló. Cuando el Cádiz, en un rebote, conseguía recuperar la pelota pasaban dos cosas: o bien se la robaban rápidamente porque la miraban extrañados, intentando desentrañar en que consistía ese artilugio esférico hecho de cuero, del cual habían olvidado su función dentro del juego después de tanto tiempo sin tenerlo…o bien, que quizás desconfiados por la presencia de dicho misterioso redondel encuerado, lo despejaban con todas sus fuerzas a dominios ajenos, contrimás lejos mejón, no fuera a ser que explotara o algo. Pelota no, caca. Y a veces, aunque sea un ratito corto, tener el balón contigo, pegadito al pie, no está de más…que el desapego lleva al olvido, joé. Darle un poquito de cariñito envé en cuando, coñe…

Después de lo de hoy, el Frente Pesimista ha recibido una catarata de solicitudes de adhesión. El Frente Pesimista ya ve claro el descenso a los infiernos, al igual que hace justo un año cuando perdíamos cero a dos contra el Osasuna en nuestro reaparecer por la Primera División. El Frente Pesimista ve al resto de equipos de Primera con plantillones y jugadores a los que no sabemos o no podemos darle alcance. Amargamente cierran el domingo sin ver ni un ápice de luz a la temporada, y se preparan psicológicamente para el trance de la bajada al fango de la Segunda. Sin embargo, las Brigadas Optimistas sólo han visto un baño a cargo de un rival claramente superior, y que no es de nuestra liga, de momento. Miran los puntos que nos separan de la Champions, y hacen cuentas con lo cosechado en estos mismos partidos la temporada pasada. Resulta que en los mismos cuatro encuentros en los que este año sumamos dos puntos, el año pasado sumamos uno sólo.(Algún optimista ya sin remedio será capaz de decir que llevamos el doble de puntos. Ole sus coone). Discúlpenme los amantes de los chapuzones, pero en este sentido me mantengo equidistante, al contrario que suelo hacer en otros temas más escabrosos. Eso sí, si vamos a empezar a comparar los resultados con los del año pasado, y admitimos el petardazo ante Osasuna como animal de compañía, ya nos vale ir pensando en ganar en el Bernabeu, mangar aquí y allí contra el Barsa o volver a conquistar San Mamés. Si no…ojú.

FOTO: La estatua de David Silva en Manchester. Tampoco es que sea un Bernini, pero algo es algo. Pero vamos, que hay pasos de cofradías low-cost que llevan personajes secundarios como romanos con cascos de plumas, o sayones con bigote, que están más curraos. No obstante, detalles del futboleo británico que molan. Aquí en España más de uno del fútbol no tienen estatua porque ya de por sí tienen la cara de mármol. Tusabecomoé

Fuente: sport.es




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