sábado, 10 de febrero de 2024

LALIGA EA SPORTS JORNADA 24

 CÁDIZ 0 - BETIS 2

AL CÁDIZ LE QUEDA GRANDE EL TIPO DE EQUIPO DE PRIMERA 


CÁDIZ: Ledesma, Iza Carcelén, Fali, Víctor Chust, Lucas Pires, Escalante (Álex Fernández 69'), Rubén Alcaraz, Iván Alejo (Juanmi 46'), Robert Navarro (Maxi Gómez 82'), Sobrino (Sergi Guardiola 69') y Chris Ramos.

BETIS: Rui Silva, Bellerin, Pezzella, Sokratis, Miranda, Johnny Cardoso, Marc Roca (Altimira 90'), Fornals (Aitor Ruibal 90'), Abde (Rodri 70'), Fekir (William Carvalho 78') y William José (Chimy Ávila 78').

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea (vasco). Amonestó a Juanmi por el Cádiz y a Sokratis por el Betis.

GOLES: 0-1 William José (6'), 0-2 Fornals (46').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 24ª jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 15.346 espectadores.



LA CRÓNICA DE CÁDIZ DIRECTO: Se acabó el tremendo efecto Mauricio Pellegrino con dos empates sin goles en dos partidos. El Cádiz ha vuelto a la cruda realidad. Es un equipo que se empeña en que no se pueda creer él. Ahora que empieza el Carnaval, ante el Betis, el Cádiz ha demostrado que le queda grande el tipo de equipo de primera división. Y es que, en Carnaval, el tipo es mucho más que el disfraz. El disfraz es con lo que te vistes, el tipo lo que representas, lo que eres, lo que cuentas y lo que transmites. Y el Cádiz no transmite, ni de lejos, ser un equipo de primera división.

Y en un día de final del Falla no está de más pensar qué tipo lleva el Cádiz. Porque un tipo es una filosofía, una forma de ser o de transmitir. Y este Cádiz parece que no tiene clara una filosofía. Parecía que era la de no encajar. En este partido, un gol tempranero en cada una de las mitades por errores impropios de un primera. Lo de creerse de primera, pues casi que tampoco. Lo de meterse en el tipo tampoco va con el equipo, ni con los jugadores. Salvo el alma que le pone Chris Ramos en todo, la cabezonería de Iván Alejo o detalles de Robert Navarro, el Cádiz no representa ser un equipo de primera división. El tipo de equipo de primera le queda grande. Ojalá cambié la dinámica, pero la realidad no invita, ni de lejos, al optimismo.

Eso en lo que se referiría al tipo si fuera una agrupación. Si la comparación o la metáfora (eso tan de pasodoble de comparsa) es con el repertorio, el Cádiz se acerca a lo del El Hum y queda cada vez más cerca lo de Los herederos del Levante.

Y es que el Cádiz no aguantó ni la presentación del partido para soñar con poder ser un equipo de primera en este pase. En los pasodobles, mejoró algo, pero no llegó al pellizco y no enganchó al público ni se enganchó en el partido. Y en los cuplés, donde se decide todo en chirigota, demostró que no tiene ni duende ni alma. Del popurrí, casi mejor no hablar, porque fue una tortura para el equipo (con pelea entre jugadores y una lamentable imagen de Kouamé en el banquillo ante el intento de saludo de Escalante), para la afición y para la ilusión.

Y como muestra de que no es una exageración o comparación gratuita, la imagen de los últimos minutos. Con la afición abandonando el Nuevo Mirandilla lanzando los chubasqueros amarillos que el club había regalado y pidiendo la dimisión del presidente, Manuel Vizcaíno. Y siguiendo con el símil del concurso del Falla, hubo telonazo. Con 0-2 y el césped llenándose de esos chubasqueros, De Burgos Bengochea hizo lo que no puede o suele hacer un presidente del jurado del Falla: dar un telonazo y acabar con el espectáculo antes de tiempo (quedaba más de un minuto sobre el tiempo que anunció que iba a añadir)

Desde el principio, todo fue mal. Casi nada más empezar, el Cádiz hizo lo que no debe hacer en la vida un equipo en su situación y tan necesita: perder un balón en la salida y ponerse por debajo en el minuto 6. Un intento de pisadita de Lucas Pires le llevó a liarse y a dejarle el balón fácil a Johnny que montó una contra de diez metros. Balón atrás y gol de William José. A remar.

No había pasado nada en el partido y ya los amarillos perdían. Se acabó la imbatibilidad de Pellegrino. Y todo de nuevo negro y muy, muy cuesta arriba y el Betis, cómodo y con todo de cara. Tanto, que una acción de Miranda más propia del chirigotero o cuartetero que se tira en el Falla acabó con superioridad cadista en ataque que no aprovecharon los locales y con el propio Miranda en mano a mano con Ledesma, que sacó con la rodilla.

El partido deambulaba en la nada y el Cádiz no se sabía si quería pero no podía o aún estaba pensando qué hacer. En el 19 llegó la primera jugada en la que el Cádiz acumuló más de cinco pases y casi se queda solo Chris Ramos ante el meta rival. El saque de esquina acabó en un remate en posición imposible de Pires que se marchó muy alto. Al menos, los cadistas avisaban, Tibia y tímidamente, pero en dos ocasiones hubo acercamiento.

Tan tibia y tímida como sigue mostrándose la defensa. Con nada, el Betis tuvo el 0-2. Ez Abde se marchó con mucha facilidad de Iza, Ledesma despejó y el balón llovido le fue al peor jugador posible, un Fekir que controló de espaldas y tras inventar obligó a Ledesma a hacer un paradón.

El Cádiz deambulaba por el Cádiz, con algún zarpazo arriba (como intengó Chris Ramos en un remate de cabeza a un centro de Alejo) pero dando demasiadas facilidades atrás y concediendo ocasiones con nada. De un saque de banda, llegó un tiro de Marc Roca que se marchó más cerca del poste de Ledesma de lo que el propio meta argentino intuyó.

Todo así… El Cádiz se acercaba al área de Rui Silva, pero sin remate. Ni sensación real de peligro. Hasta el 43, cuando tras una nueva jugada de Alejo por la derecha, Escalante la rompió desde la frontal, pero Rui Silva respondió bien. Chris Ramos no llegó al rechace y Johnny rechazó el segundo disparo del mediocentro argentino.

El segundo tiempo no pudo empezar peor. El Cádiz saca de centro y un balón que Juanmi conduce hacia el campo cadista se convierte en una contra letal que Fornals definió de forma magistral. Otro balón perdido relativamente fácil y en un sitio en el que jamás deben perderse. El 0-2 cerraba el partido. Quizá con otro equipo en liza no, pero con este Cádiz, que lleva el disfraz de zombie, estaba absolutamente cerrado.

Con la grada más pendiente del palco o de no seguir mojándose que de lo que pasaba en el césped, el partido acabó y el Cádiz se sigue hundiendo. 20 partidos sin ganar en liga dejan sin opciones a cualquier equipo, pero este Cádiz las sigue teniendo. Pero por ahora tampoco está el consuelo de la calle como las agrupaciones de Carnaval.

Fuente: cadizdirecto



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