viernes, 5 de diciembre de 2014

COPA DEL REY: CÁDIZ 1 - VILLARREAL 2

EL CÁDIZ APRIETA PERO NO AHOGA

Lance del choque del pasado jueves.
Imagen: El Desmarque Cádiz
CÁDIZ: Alonso, Mantecón, Arregi, Josete, Tomás, Garrido (Espinosa 73'), Navarrete, Kike López (Jona 67'), Fran Machado, Migue García (Juan Villar 60') y Airam Cabrera.

VILLARREAL: Juan Carlos, Rukavina, Israel Puerto, Dorado, Adrián Marín, Pina, Jonathan Dos Santos (Trigueros 57'), Espinosa, Nahuel, José Naranjo (Jaume Costa 60') y Gerard Moreno (Uche 68').

ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (gallego). Amonestó a Josete, Airam Cabrera, Arregi y Tomás por el Cádiz y a Israel Puerto por el Villarreal. Expulsó a Adrián Marín (58') por roja directa.

GOLES: 0-1 Gerard Moreno (17'), 0-2 Nahuel (20'), 1-2 Arregi (47').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 10.800 espectadores.

CRÓNICA: El Cádiz supo jugarle de tú a tú a todo un equipo de Primera División en el torneo del KO. La diferencia de categoría con el Villarreal sólo se notó en una cosa, en la efectividad que tuvieron los de Marcelino García Toral. En el minuto 20 ya iban ganando por dos goles, pero a partir de ese momento todo cambió.

El Cádiz fue a más, estuvo intenso y bien plantado sobre el terreno de juego. Cuando tenía el balón lo movía buscando sorprender a su rival, aunque éste enseñó sus galones muy pronto, quizás demasiado.


Durante los primeros minutos ambos equipos se tutearon y el Cádiz se acercó a las inmediaciones de Juan Carlos con un centro de Migue García y posterior pase de Kike López al área, pero ahí estaba el portero visitante para atajar el esférico.


GERARD Y NAHUEL MARCAN PARA EL VILLARREAL
El que no perdonó fue Gerard que, en el minuto 17, adelantó a su equipo. Sólo tres minutos después sería nuevamente protagonista de una nueva jugada de peligro de su equipo que, además, acabó como la anterior. Fue Gerard el que condujo el balón, que acabó en poder de Nahuel, encargado de batir a Ricky Alonso.


El Cádiz siguió a lo suyo, sin perder en ningún momento la concentración y al filo de la media hora tuvo sus mejores minutos, algo que supo agradecer la afición, que no paró de animar desde el principio del partido.


Garrido cabeceó un balón tras una falta que salió fuera y el disparo de Migue García iba directamente a las manos de Juan Carlos, lo que hacía que el juego volviera a estar equilibrado a pesar de que los goles decantaban la balanza del lado de los visitantes.


Justo antes de enfilar el túnel de vestuarios Fran Machado dispondría de una nueva ocasión, pero su remate de cabeza se fue fuera.


ARREGI ACORTA DISTANCIAS
Pero lo mejor del Cádiz aún estaba por venir y estaba reservado para el segundo periodo, en el que siguió haciendo gala del empuje del primero e incluso fue a más. Así fue como los de Claudio Barragán acortarían distancias en el minuto 47.


Tras un córner, el balón cayó en poder de Arregui que lo enganchó de tal manera que entró en la portería de Juan Carlos sin que nada pudiera hacer por evitarlo. El guardameta del Villarreal sí se emplearía a fondo sólo dos minutos después cuando el Cádiz a punto estuvo de lograr el empate. Fue un potente lanzamiento de Fran Machado que desvió a saque de esquina el portero.


La recompensa le había llegado a los amarillos fruto de su esfuerzo, pero por más que intentaban una y otra vez el gol del empate, éste no llegaba. Y eso que el juego se desarrolló casi todo el tiempo en el campo del cuadro visitante. El Villarreal, en cambio, apenas dio trabajo a Ricky Alonso.


Los entrenadores de uno y otro equipo comenzaron a mover los banquillos. Marcelino tuvo que recomponer su equipo por la expulsión de Marín en el minuto 58, mientras que Claudio Barragán daba entrada a Villar y Jona en el lugar de Migue García y Kike López.


SÓLO HAY UN EQUIPO SOBRE EL CAMPO, EL CÁDIZ
Pero no cambió nada. Sobre el campo sólo había un equipo, y ése era el Cádiz, el único que tuvo la posesión de balón, el que creó peligro, el que confeccionó jugadas y el que hizo que una, dos, tres… tropecientas veces los aficionados se levantaran de sus asientos para cantar un gol que no quería llegar. Entonces, la diferencia de categoría entre uno y otro equipo no se vio.


Además, los diez últimos minutos del tiempo reglamentario el Villarreal se quedó con nueve por la lesión de Puerto, que no pudo continuar cuando Marcelino ya había realizado los tres cambios.


En ese momento el conjunto visitante se encerró en su área y no había manera de romper la barrera que impuso para defender su portería. Con uñas y dientes se hizo fuerte para intentar que el marcador no variara y así fue.


El 1-2 sería el resultado definitivo, una derrota pero que supo diferente que en otras ocasiones. En primer lugar porque aún queda el partido de vuelta y en segundo porque la imagen que dio el equipo no pudo ser mejor, tanto que los seguidores amarillos llegaron a cantar “el Cádiz es de Primera”.


Fue una noche copera en toda regla, de esas mágicas en las que todo el mundo disfruta. Con el pitido final ovación cerrada para los jugadores como nunca se había visto esta temporada, lo que demuestra el excelente trabajo realizado por todos.


Fuente: cadizcf.com


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