CÁDIZ 2 - BARCELONA 1
TO ER CAMPO ES UN CLAMÓ (O LO HUBIERA SÍO)
CÁDIZ: Ledesma, Iza Carcelén, Fali, Marcos Mauro (Alcalá 31'), Espino, Jonsson (Augusto 80'), Bodiger, Jairo (Iván Alejo 81'), Alberto Perea (Adekanye 80'), Álex Fernández y Álvaro Giménez (Negredo 62').
BARCELONA: Ter Stegen, Dest (Trincao 77'), Mingueza (Pedri 46'), Lenglet, Jordi Alba, Busquets (Pjanic 78'), De Jong, Griezmann, Coutinho (Dembelé 46'), Messi y Braithwaite.
ÁRBITRO: Soto Grado (riojano). Amonestó a Lenglet y Jordi Alba por el Barcelona.
GOLES: 1-0 Álvaro Giménez (8'), 1-1 Alcalá (p.p.) (57'), 2-1 Negredo (63').
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 12ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón de Carranza a puerta cerrada.
CRÓNICA SULFURERA: Hoy es uno de esos días en los que te acuerdas del que se comió el chanwi de murciélago hace más o menos un año. De él, de sus ancestros, y de la leche que mamó. Qué larga hubiera sido la noche. Qué linda sinfonía de claxon se ha perdido la Avenida. Y cuantos abrazos nos hemos dejado de dar con nuestros amigos cadistas o con ese vecino de grada anónimo, ajeno a tu vida, que en días como hoy lo aprietas contra tu pecho, como si fuera tu hijo mayor que se te casa, como si fuera tu padre que viene de la guerra. Una locura. Los cadistas tendremos difícil recuperar tantas alegrías desaprovechadas en el exilio de la pandemia. Cuando todo vuelva a la realidad, y la puñetera pesadilla esta se termine, nos debemos celebraciones y borracheras. Están apuntás. No se nos olvidan. Llegarán.
En el partido que menos esperábamos romper con la racha de derrotas y empates en casa, hemos ganado. Y en el partido en el que, desde que se barruntaba el ascenso hace unos pocos de meses, todos poníamos en el punto de mira, el 10 que esperábamos ver resulta que cambió de camiseta, porque el mejor 10 de los dos que hoy han jugado ha sido el amarillo. Todos queriendo ver al chiquetito en el césped carrancero, hierba que no pisaba desde que tenía barrillos en la frente y era el pipiolillo del vestuario blaugrana. Como máxima atracción de la estancia en la división de honor: “vendrá Messi”…decían (y decía yo). Ante la ausencia del guapo de Madeira, la única vedette de primera fila que le quedaba al fútbol español capaz de captar el pitosismo del aficionado era el pequeño argentinito. Pero el show resulta que ha sido del otro 10: Perea. Lo sentimos desde Cádiz, pero esto es república independiente magiquista. Vino Pelé en su ocaso y del Trofeo no se llevó ni la copita chica. Vino Maradona y salió del campo dando tragantá, y Messi hoy no ha vomitado otra vez de milagro. Esto es territorio Mágico. Aquí, por muchos dioses del Olimpo futbolero que vengan, el que manda peina canosas greñas y viste gafas redonditas como un Lennon resucitado, vive en un pequeño país centroamericano y no ha sido pasto del fútbol con colmillos capitalistas. Perdonen la irreverencia.
No hay un jugador amarillo hoy al que se le pueda achacar nada. Venga sí. A Bobby y su ocasión malograda en el minuto ochenta y tantos. Pero entiéndanlo. El pibe no se habrá visto en otra igual. Al resto hay que darles sobresaliente para arriba. Puede que haya dos que hayan hecho el mejor partido desde que visten la camiseta amarilla. Uno de ellos, ya lo hemos dicho, el 10, Perea. El otro, a falta de un jugador número 12 en la grada, el 12 en el césped. Bodiger ha estado en tantas jugadas, y en tantos momentos del partido, que hasta al estimado Carlos Martínez, locutor de campanillas y capaz de darle emoción con su locución a nuestras pachangas en el colegio Gadir, le ha dado tiempo de corregir el nombre y ha logrado pasar del incorrecto “Botiger” al correcto “Bodiger” a medida que pasaban los minutos. El francés, desgarbado mediocampista que hace un año cuestionábamos y poníamos en la pole-position de los jugadores que saldrían del equipo llegado el verano, hoy por fin se ha licenciado. Ya sabemos que puede hacerlo no bien, sino muy bien. Ahora que siga.
Nos quedan siete partidos para terminar la primera vuelta. Los siete equipos viven en el hemisferio sur de la clasificación. Si hacemos lo que hay que hacer, no te digo que en el ecuador de la liga estemos salvados, pero sí con muchas papeletas. Porque ahora empieza el baile con los rivales directos. Cervera en frase digna de darle la medalla de oro y brillantes del club mañana mismo por la mañana, ha dicho que el Cádiz quiere salvarse para que el año que viene, a partidos como éste, venga la gente. El compromiso del entrenador es contigo y conmigo. Y se lo comunica a los jugadores. Y cada balón dividido, cada pie que se mete, cada carrera que se da, tiene como finalidad lograr que tú y que yo, podamos vivir estos momentos in situ a partir de septiembre de 2021, y que esta bendita temporada que estos majaretas nos están dando , no quede en un viajecito de solamente un año por los mejores campos vacíos del país. Juegan para que estemos allí, con ellos. Por eso, el fútbol que lo analicen los expertos. El homenaje culé al córner de Anfield de hoy, que lo comente el Sport o el Marca. La casi perfección defensiva de los nuestros, que la halague el Axel Torres. Nosotros a disfrutar con la sacada fálica de Perea y sus caños, tan divinos como los de la Meca, y a vivir el privilegio de tener un entrenador y unos jugadores, que juegan por un maravilloso objetivo: que sus aficionados recuperen el año que viene el tiempo perdido y los partidos que no vieron. ¿Hay algo más grande? Así que, en correspondencia, Cervera y sus huestes quedan invitados a nuestras fiestas futuras. Acuéstense con el orgullo de ser cadista, que no es poco. Feliz puente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarsombreraso!
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