miércoles, 14 de mayo de 2025

 A FALTA DE TRES JORNADAS PARA EL FINAL DE LIGA

EL GRANADA DESPIDE A ESCRIBÁ Y FICHA A PACHETA




El Granada ha firmado como nuevo entrenador a José Rojo 'Pacheta', que se compromete con los rojiblancos para lo que queda de esta temporada y la siguiente, ha informado el club, que calificó al técnico como "el primer refuerzo para el nuevo proyecto granadinista".

Antes de la próxima temporada, el nuevo técnico tratará de clasificar al Granada este curso para la promoción de ascenso a Primera. Pacheta coge al Granada en la séptima plaza, a tres puntos de la dicha plaza de promoción y con sólo tres jornadas por delante de liga regular en Segunda.

Pacheta, de 58 años, en el tercer entrenador del Granada este curso tras Guille Abascal, destituido en la sexta jornada, y tras Fran Escribá, al que sustituye después de dos derrotas seguidas del equipo.

Su trayectoria como técnico comenzó en el CD Numancia en 2009 y después ha pasado por los banquillos del Real Oviedo, FC Cartagena, Korona Kielce, Hércules CF, Ratchaburi FC, Elche CF, SD Huesca, Real Valladolid y, más recientemente, Villarreal CF. Pacheta estará acompañado durante su aventura en el Granada por José Martín Monzón como segundo entrenador; Jorge Trigueros como preparador físico; y Guillem Galmés como analista.

El Granada dio la bienvenida a Pacheta y le deseó la mayor de las suertes en su nueva etapa como entrenador rojiblanco, así como a su cuerpo técnico.

Escribá, crítico: "Es incomprensible"

Fran Escribá, despedido este miércoles como entrenador del Granada, ha considerado su destitución como la más "incomprensible" de su carrera y ha apuntado que se ha encontrado "mil problemas" durante su etapa al frente del equipo.

"Llegamos en una situación complicada en el ámbito social y deportivo, y la revertimos bien. No estoy satisfecho pero nos hemos encontrado con muchas trabas", dijo Escribá en su rueda de prensa de despedida.

El entrenador recordó que han sumado "53 puntos en 33 jornadas, estando entre los seis primeros en esas jornadas". "Es la destitución más incomprensible de mi carrera, no tiene sentido futbolístico. Se expone la cabeza del entrenador para tapar las carencias de otros, no es justo. Nos hemos encontrado mil problemas por el camino", sentenció.

"Lo entendería a falta de tres meses, no a falta de tres jornadas", añadió el técnico, quien explicó que "después del partido ante el Córdoba (derrota por 5-0) sintió que "había gente" que les "quería fuera y han esperado el momento oportuno".

diariodecádiz

martes, 13 de mayo de 2025

 EL GUARDAMETA SERÁ BAJA LO QUE QUEDA DE CAMPAÑA

PARTE MÉDICO DE DAVID GIL




David Gil será sometido este miércoles a una intervención quirúrgica para subsanar una lesión de menisco que sufre desde hace varias semanas.

El guardameta causará baja lo que resta de campaña y comenzará cuanto antes su recuperación cara a la próxima pretemporada, para la cual se espera esté reincorporado desde su inicio.

cadizcf.com

 EL CÁDIZ CASI SELLA SU PERMANENCIA,  AÚN NO MATEMÁTICA

JORNADA 39: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN 






lunes, 12 de mayo de 2025

 LA CRÓNICA DE VERA LUQUE

LA CASA "PA" MÍ, LOS NIÑOS "PA" TI




Cuando los jugadores del Cádiz celebraron el segundo gol sólo dos decibelios por debajo del inmortalísimo golérrimo de Iniesta-de-mi-vida contra los holandeses, quedaba acreditada la ruptura casi definitiva con la afición.

Cierto que se conseguía una casi segurísima salvación (a falta aún de que no se den triples empates más imposibles que improbables), pero no cuadra que a falta de tres jornadas, Ferrol de por medio, la euforia y la adrenalina explotaran como bombas nucleares de tropecientos megatones.

Cada cual que fabrique su épica a su antojo, pero lo del viernes tuvo más bien poca. Me sonó más a esas locuras de vídeos instagrameros y tiktokeros de un gachón intentando meter una pelotita de golf en un vasito de plástico tras rebotar en una serie de platos colocados estratégicamente, o ese que encesta de espaldas desde medio del campo... es tan complicado que ocurra, que cuando ocurre se desata la celebración. Pues lo mismo.

Era tan imposible que en el minuto 94 ganáramos después de cuarenta minutos sin tirar entre los tres palos frente a un equipo con dos tíos menos, que cuando se marcó el segundo gol, aquello se puso a la altura del gol aquel de Kiko cuando era Quico frente al Zaragoza en la 90/91. Me pareció más una celebración por el hecho de marcar dos goles en dos minutos, que por la idea de finiquitar la salvación.

Si las lágrimas saltá y el pitotazo en la banda fue por la propia locura del epílogo del partido, me callo. Si fue porque de alguna manera, se cerraba la temporada con el objetivo cumplido... lo que te dije: cisma equipo-afición confirmado. Porque cuando un equipo que viene de cuatro años en Primera, instalado en la tabla en esa zona que ni fú ni fá, ofreciendo un partido miserable ante un rival en clara minoría por decisiones arbitrales más que dudosas, va y certifica la salvación... ésta tendría que ser celebrada con una escueta muesca de alegría y a la ducha. Pero en esa celebreichon digna de levantar una Champions, había una auto-reivindación implícita delante de una grada cargante, mosqueada, desesperada incluso.

Pocos futbolistas de la plantilla se sitúan más cerca de la platea que del despacho del mandamás. El club parece cerrar filas y atrincherarse en todos sus estamentos, desde la directiva hasta los jugadores. En los momentos más oscuros de esta entidad centenaria nunca faltó ese vínculo con el aficionado, más fuerte cuanto más delicada era la situación. Ejemplo: aquel encierro de la plantilla de Orúe.

El pasado viernes los jugadores ni se quedaron en el césped cuando acabó el partido para ejecutar ese extraño rito de apareamiento con la grada de Fondo Sur, al cual nos tienen acostumbrados. Sabían que el horno no está para bollos, que lo que habían acabado de realizar tenía más de vergüenza que de hazaña. Y que al final el partido no había sido más que un espejo de la temporada: un triste caminar con un final no del todo infeliz. El viernes se pudo perder ante nueve y se ganó. Durante el año entero se pudo descender teniendo el mayor tope salarial de la categoría, y al final nos hemos salvado. ¿Qué más queréis?

El fracaso deportivo puede tener sus interpretaciones. Habrá quien quiera ver el vaso medio lleno y darle valor a la permanencia en la anárquica y complicada categoría de plata. Ole por esa persona de la cual envidio su disposición positiva para la vida en general. Lo que no tiene segundas lecturas es el fracaso sentimental de la entidad al completo con su patrimonio más valioso que no es ni más ni menos que el aficionado, aunque desde arriba piensen que sea el Sportech ese que (¡Oh sorpresa!) parece haberse quedado atascado como una mala motito eléctrica. El problema es que la parte visible, el nexo entre entidad y afición, son los futbolistas.

Y el año que viene, en vista del planteamiento contractual que hay, vamos a seguir viendo a una gran parte de los mismos que llevamos viendo desde hace dos años que ni con Sergio, ni con Pellegrino, ni con los dos de este año, han sido capaces de poner al club en disposición de resurgir y de tirar para arriba. Salvo mini-rachitas, la tendencia decadente es clara. Vernos en el mes de septiembre del 2025 encarando la liga con un once repleto de futbolistas que aquí hace tiempo ya dieron todo lo que tuvieron que dar terminaría de justificar el divorcio. Yo por si acaso iría buscando ya a un abogado matrimonial, fité tú.

José Antonio Vera Luque (cadizdirecto)

domingo, 11 de mayo de 2025

 SERÁ RIVAL DEL CÁDIZ LA PRÓXIMA TEMPORADA 

EL CEUTA ASCIENDE A LALIGA HYPERMOTION 




El 11 de mayo de 2025 quedará grabado en la retina de los aficionados de la AD Ceuta FC y es que después de 45 años la Ciudad Autónoma volverá a tener un equipo en Segunda División.

El plantel dirigido por José Juan Romero ha hecho historia después de vencer al CF Fuenlabrada (1-2) gracias al postrero gol de Víctor Corral que ha llevado el delirio a los cientos de aficionados caballas que se desplazaron hasta la capital.

La temporada de la AD Ceuta FC está siendo histórica. Los caballas acumulan una racha de 23 partidos consecutivos sin perder lo que ha fijado un nuevo récord en la categoría.

Los blanquinegros son el mejor equipo como local de toda la categoría

Lo cierto es que ha sido un grupo igualado desde principio de temporada, con cortas distancias entre todos los equipos. Pero esa racha inolvidable de la AD Ceuta FC ha sido imposible de replicar por sus perseguidores. 

Los ceutíes han certificado su ascenso a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato

Pedro López es el portero menos goleado de Primera Federación

Uno de los grandes artífices de este ascenso es José Juan Romero. El técnico sevillano recaló en las filas ceutíes en la temporada 2022/23 para intentar conseguir la machada de la salvación. En el recuerdo de todos los aficionados queda aquel hito que consiguió el conjunto blanquinegro. La temporada pasada logró clasificar al equipo a los playoffs de ascenso. El circuló se ha cerrado este domingo con la consecución del ascenso y del campeonato del grupo II.

Le toca celebrar al conjunto caballa, que sin duda ha sido un justo campeón de liga y ha conseguido el objetivo más preciado por todos los equipos de la categoría. Ya al finalizar este último partido saltaban sus aficionados al terreno de juego a celebrar con sus grandes héroes esta temporada, y es que nadie ha sido mejor que este equipo y por eso son los merecidos campeones.

¡ENHORABUENA!

rfef.es

sábado, 10 de mayo de 2025

LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 39

CÁDIZ 2 - ALMERÍA 1 


DE LA VERGÜENZA A LA REMONTADA 


CÁDIZ: José Antonio Caro, Zaldúa (Iza Carcelén 83'), Kovacevic, Fali (Víctor Chust 70'), Mario Climent, Rubén Alcaraz, Álex Fernández, Sobrino (Ontiveros 46'), De la Rosa (Brian Ocampo 46'), Melendo (Carlos Fernández 62') y Roger Martí.

ALMERÍA: Fernando, Marc Pubill, Kaiky, Edgar, Centelles, Lopy, Gonzalo Melero (Robertone 83'), Sergio Arribas (Alejandro Pozo 40'), Nico Melamed (Bruno Langa 46'), Leo Baptistao (Radovanovic 68') y Luis Suárez.

ÁRBITRO: Palencia Caballero (vasco). Amonestó a Sobrino, Ontiveros, Fali, Rubén Alcaraz y Víctor Chust por el Cádiz y a Lopy, Fernando, Gonzalo Melero y Alejandro Pozo por el Almería. Expulsó por roja directa a Kaiky (30'), Bruno Langa (52'), al entrenador Rubi, y al finalizar el encuentro a Nico Melamed por el Almería.

GOLES: 0-1 Gonzalo Melero (34'), 1-1 Carlos Fernández (96'), 2-1 Víctor Chust (98').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 39ª jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 13.148 espectadores.




CRÓNICA: El primer disparo entre los tres palos del Cádiz CF llegó pasado el minuto 90. Y ante un equipo que llevaba 40 minutos con nueve jugadores y otros 20 con diez. El ridículo cadista, sobre todo en la segunda parte, era total. Pero lo que es el fútbol. En tres minutos en el tiempo añadido, el equipo amarillo le dio la vuelta al marcador de forma cruel para la UD Almería.

El triunfo le vale a los cadistas para, a falta de tres partidos para acabar la competición, certificar su permanencia en LaLiga Hypermotion, pasando de esa cifra de 50 puntos. Pero hoy ha estado muy cerca de hacer el mamarracho, si no lo ha hecho. El ridículo, durante buena parte de la segunda mitad, sí que lo ha hecho.

Y es que en esto de hacer el ridículo y el mamarracho ante el Almería tiene experiencia el Cádiz. Ya lo hizo la pasada campaña en el último partido en Primera, cuando en su visita al cuadro indálico recibió seis goles en la segunda mitad tras irse al descanso ganando con un gol de Ocampo. Esta vez, el ridículo no ha sido tan histórico, pero si ha mostrado a un Cádiz inoperante.

El fútbol ha sido cruel con el Almería, que tras ponerse por delante ya con un jugador menos y aguantar como pudo cuando le expulsaron al segundo (rigurosas ambas rojas), vio como los amarillos le remontaban con el tiempo ya cumplido y aún así tenían una última oportunidad para empatar.

Las estadísticas del choque muestran que los amarillos (hoy sí con camiseta amarilla), jugando en casa, durante una hora en superioridad númerica y por debajo en el marcador tuvieron más el balón, pero no supieron que hacer con la pelota. Pese a todo, parece que la estadística oficial de LaLiga le birla una parada a Fernando, que evitó que un centro de Álex que se envenenó acabara dentro y le paró un disparo a Ocampo pasado el minuto 90 en el que fue el primer remate entre los tres palos del Cádiz (igual que hay una parada de Caro que despejó un balón desviado por Climent que no cuenta como remate).

Los amarillos han dejado hoy su peor segunda parte de la temporada. Que ya es decir con la liguita que le han dado a su afición. Pero es que nunca se habían visto ante 9 jugadores. La falta de ideas, de argumentos futbolísticos, de recursos ha sido alarmante. El juego, patético. La falta de tensión, dando por hecho que el gol llegaría (esta frase vale para cualquier momento del partido) ha sido preocupante. Más cuando el equipo va a comenzar la operación salida y la continuidad de muchos de los que han jugado este partido despierta dudas en el cuerpo técnico y, sobre todo, en la parroquia cadista.

Lo de este encuentro no es únicamente, ni principalmente, achacable a la pésima gestión del tándem, Vizcaíno-Contreras al frente del equipo. El Cádiz parece que dio por cerrada la temporada hace muchos partidos (hasta hoy, cinco de los anteriores 21 puntos en juego) y estaba ya, al menos mentalmente, en su mayor parte de vacaciones. Y sin tensión, en Segunda especialmente, no es que se sea un equipo más, es que se es un equipo de abajo. Los números de estos dos últimos meses del Cádiz lo confirman. Desde el banquillo y con el plan y el patrón de juego tampoco es que le den muchos argumentos ofensivos para cuando no frote la lámpara Ontiveros o no esté el tesón y la casta de Chris Ramos.

Esa falta de tensión parece haberla detectado el técnico Gaizka Garitano, que en este tiempo de descenso cadista trata de frenar la descomposición del equipo tratando de meter en el once a los jugadores que puedan estar en mejor forma o más motivados. Ante el Almería sorprendió dejando en el banquillo a Ontiveros y dándole de nuevo el doble pivote a Alcaraz y Álex. Menos sorprendente parece que mantenga a Fali en el once. Pero en algunos detalles, parece como si quisiera darle minutos a algunos jugadores para que se puedan buscar destino para la próxima campaña. O el club se lo pueda buscar en caso de cesión.

Los amarillos salieron mandando en el choque, buscando poner la inercia del partido a su favor pronto. Y pronto los tres protagonistas mostraron sus cartas. El Cádiz tocaba y tocaba, pero siendo muy previsible y encima con poca velocidad. El Almería, armándose atrás, para tratar de no dar opciones al rival y buscar una contra para adelantarese, como la de Nico Melamed en el minuto 16.

Y el árbitro, Palencia Caballero, mostrando dos tarjetas en cinco minutos poniendo el listo muy bajo para las cartulinas, lo que alertaba que no iban a acabar 22 futbolistas jugando. Y así fue, pero aún peor, ya que fueron dos rojas directas más que rigurosas que le dan la mejor actuación para el Cádiz en el este choque.

El primer acto iba avanzando si sobresaltos más allá de la citada ocasión de Melamed y de alguna intentona cadista sin mucho peligro. Hasta que llegó el minuto 30. Roger le ganaba la posesión a Kayky y salía en ventaja a buscar un cabezazo en largo de Alcaraz. El defensor almeriense lo agarraba y veía una algo rigurosa roja directa. Pero no dio tiempo a que se notara el desequilibrio de fuerzas. Antes incluso de que Rubí hiciera el cambio para recomponer a su equipo, Zaldúa no supo o no pudo evitar un balón centrado que se iba fuera y envió el balón con el rostro a saque de esquina. En el córner, Melendo remató de cabeza el saque de Melamed dentro de una superpoblada área pequeña.

El gol fortalecía el guion a seguir por los de Rubi. Lo tenían claro desde antes del saque de centro, pero con la expulsión y el gol, más aún. El técnico se lo dejaba aún más evidente a los suyos cuando introducía a un central para recomponer la defensa. El Almería se encomendaba a parar el choque y tratar de aprovechar alguna oportunidad a balón parado. Una propuesta que pudo costarle el partido al final, curiosamente.

Pero siguiendo con el orden del partido, desde el gol hasta el descanso, nada. El Cádiz empezó a evidenciar que no sabía como hincarle el diente a la ordenada defensa visitante y el juego se terminó de diluir hasta el descanso. En realidad, casi hasta el tiempo añadido.

El descanso le daba a Garitano una oportunidad de intervenir en el partido que el vasco no desaprovechó. Refrescó las bandas y dio entrada a Brian y Ontiveros. Pero el Cádiz no estaba. No tenía argumentos futbolísticos para tratar de superar a la poblada y ordenada defensa rival. Y esa sensación aumentó tras la expulsión de Bruno Langa en el 50. De nuevo una rigurosa roja, en una acción en la que el jugador del Almería parece tocar el balón, aunque en una entrada desmedida. Parecía acción de amarilla, pero Palencia Caballero de nuevo fue rapidísimo en sacar la roja.

Eso le dejó las ideas aún más claras a los de Rubi (que fue expulsado poco después): una línea de cinco atrás y tres hombres por delante, con Luis Suárez tratando de forzar algo más en ataque. El Cádiz se mostró incapaz de superar esa defensa.

Tampoco es que los de Garitano evidenciaran muchas alternativas de juego. Fútbol en modo parabrisas, con el balón de un lado para el otro, para que Ontiveros, Zaldúa o Alcaraz por la derecha o Brian Ocampo, Climent o Álex la metieran en la olla a la mínima oportunidad. La zaga almeriense se puso el traje de frontón y a despejar todos los centros, que tampoco eran especialmente buenos, ni el Cádiz tenía un rematador por alto amenazante, pese a la entrada de Carlos Fernández. Spoiler del primer gol amarillo.

Ante un rival con dos hombres menos que daba pocas señales en ataque, Garitano mantuvo la línea de cuatro defensas pese a sustituir a Fali. Eso sí, le dio libertad a Kovacevic para, cuando los amarillos tenían el balón, situarse casi como 9 y a Chust para subir al centro del campo a construir e incluso asomarse a las inmediaciones del área rival. Spoiler del segundo gol cadista.

Pero la impotencia cadista y el hartazgo en la grada iba creciendo. Los cánticos del Nuevo Mirandilla pasaron de protestar contra Vizcaíno y Contreras a apuntar a los jugadores. Aunque desde Fondo Sur armaron uno que lo unía todo invitando a que los jugadores se fueran a la Feria de Sevilla con Vizcaíno.

Con todo mal, pitos, nervios, afición harta y equipo incapaz, el centro de Álex que envió a saque de esquina Fernando y un remate alto de Brian hicieron que el cadismo gritara al menos un "uy". Hasta que llegó el minuto 90. Y el árbitro del choque hizo que una de las pocas veces en la historia del fútbol profesional el tiempo que se perdió en los minutos de prolongación se añadieran al final. Spoiler para la resolución del choque. Así, le lesión de Fernando y la medio revisión del 1-1 acabarían siendo muy importantes. Spoiler de la resolución del choque.

Espirando el minuto 92, una buena acción de Ontiveros acabó con el mejor centro del partido, que aprovechó Carlos Fernández para conseguir estrenarse por fin como goleador del Cádiz e igualar el partido ya en el 93. El delantero remató por encima de Marc Pubill al que medio rozó y que acabó contra el poste. Hubo una mínima revisión en el VAR que le dio medio minuto más al Cádiz, que unida al minuto por la atención al meta Fernando dejaba claro que el partido se iría al 96.

Y así llegó la resolución del choque. El Almería logró un saque de esquina con el que parecía que se iba a acabar el choque, por lo que deció sumar más gente al remate en la que parecía que iba a ser la última jugada. Todo el mundo daba eso por hecho, menos el colegiado, que dejo seguir la contra que resultó del saque de esquina.

El balón le llegó tra sel despeje de cabeza de Chust a Ontiveros, que se veía solo con un mediocentro encimándole y Roger a la espalda de Pubill y medio Cádiz en zafarrancho de ataque. El marbellí se la cruzó alta a Roger, que tras pincharla bien se la puso a Chust en el área para que el valenciano definiera como un delantero consumado superado el minuto 97 para locura cadista y frustación almeriense.

Los visitantes la tuvieron pero parecían ya sentirse tan maltratados por las decisiones arbitrales y por el propio fútbol, que parecían estar más pensando en las protestas que en tratar de buscar ese milagro. Con el pitido final llegaron las protestas, la expulsión de Melamed, Rubi (en el césped pese a estar expulsado) tratando de llevarse a sus jugadores para evitar más rojas y las absurdas provocaciones de Edgar primero con Matos y luego con el médico cadista (tampoco había estado bien Ontiveros en el 1-1).

Pocas veces una victoria ha sido tan pobre y rídicula (en juego y oportunidades) para un equipo como esta del Cádiz. Una victoria que apeneas fue celebrada por la hinchada y que, lejos de ser balsámica, deja muy señalada a gran parte de la plantilla de este Cádiz y a la falta de ideas y de argumentos futbolisticos que tiene el equipo.

Al menos, ha cerrado la permanencia y Carlos Fernández, con su gol, ha evitado hacer un Maxi Gómez y marcharse con cero goles de su cesión al Cádiz (no se sabe si seguirá). Una victoria tan pobre y raquítica como la temporada, como la gestión deportiva y como el nivel de gran parte de la plantilla. Con la permanencia asegura, empieza, ya sí, el momento de las valoraciones y de sacar conclusiones. Las notas se ponen en junio, ha dicho alguna vez el presidente Manuel Vizcaíno, pero en este Cádiz se puede empezar ya. Y la afición lo necesita por si decide volver a confiar en el proyecto cadista. Si, como decíamos en la previa del choque, este partido era para no perder del todo a la afición, el objetivo no se ha alcanzado, al revés. Y eso que el equipo ha ganado.

cadizdirecto




martes, 6 de mayo de 2025

 EL CÁDIZ SIGUE CON 9 PUNTOS SOBRE EL DESCENSO, A FALTA DE 12 EN JUEGO

JORNADA 38: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN






lunes, 5 de mayo de 2025

 LA CRÓNICA DE VERA LUQUE 

SE VENDE CARGO DE CONCIENCIA





Ya sólo quedan dos caminos: resignación o exilio. Si algo nos mantiene enganchados a este culebrón de capítulos infinitos que es el actual Cádiz Club de Fútbol, es la negación por sistema al abandono de los colores que uno ama, única fé y decisión que no varía en la vida, por encima de la religión, el ideal político y hasta de la persona que duerme contigo, porque en la relación futbolera aficionado-club ni hay conversos, ni tránsfugas, ni divorcios. Desde la cuna hasta el responso. Así es ésto.

A estas alturas, no es que uno ya se plantee renunciar del idilio eterno al equipo del terruño. Jamás.

Pero se plantea un amor a distancia, sin caer en el chantaje emocional que se genera por culpa de esa camarilla dueña del club, a la cual, aunque estemos a años luz en el plano emocional para con la entidad, es imposible plantarle cara desde el punto de vista material y capital, entre otras cosas porque, sin euromillón de por medio, es imposible arrebatarles los que nos pertenece por ADN pero no por cartera.

Y llegados a este punto, llega la crisis de fe, que en los últimos tiempos cadistas, aparece semana sí, semana también. ¿Es rentable llamar a la Guerra Santa desde dentro, con mi abono pagado a tocateja sabiendo que no va a servir más que para pagar sueldazos, y/o inversión en crustáceos y/o ladrillo frente al Pez Limón? ¿O es preferible la batalla desde el exilio, dejar vacía la butaca, esperar que un buen día esto salte por los aires y entonces reconquistar el club aunque en ese momento no sea más que un juguete roto viajando por las categorías abisales del fútbol español

Hamlet a mi lado, un matraca. Ser o no ser. Seguir o no seguir siendo alimento fácil para esta pandilla de Tíos Gilitos de botones de camisa estresados y perímetros estomacales en clara progresión geométrica. Después de casi cuatro décadas de carné, duele no sabes cuánto llegar a estas disyuntivas. O sí lo sabes porque también eres de los de la quinta del pantallón en el cual vimos en directo el ascenso en el Juan Guedes.

Llega hasta tal punto el hastío, la desconexión, que ni nos sofocamos por las dos briznas de viento que se tradujeron en sendos desmayos y sus correspondientes penalties en contra el pasado viernes. Que ni nos volvemos locos cuando con diez en el campo remontábamos un dos a cero en contra, aunque al final no nos sirviera. El relato deportivo no mejora el relato institucional, cosa lógica por otro lado, puesto que son los responsables de la institución los que diseñan al equipo, y no al contrario. Desde la temporada 2016/17 no había en Segunda División un recién descendido peor que nosotros, lo que traducido resulta que somos el peor descendido de Primera de los últimos veinticuatro.

Eso a su vez da bastante mal rollito: los recién descendidos disfrutan de un jugoso regalito en forma de compensación económica como mal menor, por eso el planteamiento del retorno a Primera pierde fuerza (sobre todo económica) a medida que los equipos se apalancan en Segunda. Y ahí tienen esos Zaragozas, Gijones y otros históricos que no consiguieron dar el salto al primer intento. Y no te digo nada de los Deportivos, los Córdobas o los Málagas, que no sólo desaprovecharon la pole position monetaria, sino que acabaron ya saben dónde.

Si de primer año no hemos llegado ni a aspirar al play-off de ascenso, no me quiero ni imaginar lo que puede ir ocurriendo en años posteriores, con presupuestos a la baja y en caída libre desde hace tres años (que no fue más rápida por aquel penalty fallado por Jorge Molina en Graná). La cantera se descalabra, y el tan cacareado Mirandilla con sus camisolas particulares para gloria del merchandising, baja dos categorías en dos años, provocando un terremoto en forma de efecto dominó.

Mientras, se mercadea con canteranos entre los otros equipos propiedad de los que tú ya sabes, o se deja marchar a un delantero que ya ha debutado en Primera con un equipo aspirante a Champions. Todo ello, parapetado en una red social orwelliana, que se menea de categoría entre pésames al Vaticano o felicitaciones a un tenista. No hay por donde coger la movida.

Entiendes ahora lo de consultarle toda la noche a la almohada si seguir perteneciendo o no a tan magnánimo desastre. Es como ir al cine y comprar la entrada a sabiendas que te vas a tragar tremendo tostonazo de película. Eso somos los aficionados: espectadores de un dramón con un final que se ve venir de lejos. Sin capacidad de maniobra para cambiarlo. Sólo de verlo. Y pagando encima.

Con esa maldita sensación de que si abandonamos nuestra butaca también seremos verdugos y que si llega el día en el que este equipo cae más bajo que nunca, la culpa última sería nuestra. Y es que no hay nada más complaciente para los poderosos que saber que siempre habrá alguien que asuma la culpa del desastre que ellos mismos han generado. Y dormirán tranquilos y todo.

cadizdirecto

escrito por: José Antonio Vera Luque

domingo, 4 de mayo de 2025

 PESE A LA VICTORIA EN LA ÚLTIMA JORNADA ANTE EL SAN FERNANDO (2-0)

EL CÁDIZ MIRANDILLA DESCIENDE A TERCERA RFEF





Ya no hay marcha atrás. El Cádiz CF Mirandilla y el San Fernando CD jugarán la próxima temporada en Tercera Federación (quinta categoría nacional). La victoria del filial, merecida, no vino acompañada de los marcadores necesarios porque desde muy pronto tanto el Villanovense como la Balona pusieron tierra de por medio en sus encuentros. Pese a esto, el San Fernando dependía de sí mismo pero por enésima vez exhibió su descomposición sobre el césped y nunca tuvo opción ni siquiera de acercarse a poder empatar el partido.

Se trata de un descenso más que merecido a tenor de los bochornosos números de unos y otros; 16 derrotas en el filial -el segundo equipo más goleado del grupo- por 15 en el equipo isleño en 34 jornadas. La imagen de ambos, en algunas fases, puso de manifiesto que estaba sobre el verde lo peor de lo peor.

Dentro de ese papel de equipos malos -no parece tan claro que a título individual sea así con los futbolistas-, al menos el Cádiz CF Mirandilla le puso vergüenza deportiva y el mínimo de ganas para terminar con un triunfo que no sirve para nada. Al equipo de Jaime Bugatto, que dependía de sí mismo, no se le vieron esos mínimos de mordiente, ganas, atrevimiento, algo de lucidez o liderazgo. Salió entregado a su suerte y acabó ‘pisoteado’ por un enemigo que corre su misma suerte.

El partido fue un castigo para el poco público asistente, tanto como el caos absoluto para acceder a las instalaciones de El Rosal. No se trató de la cita ideal para mostrar en una escuela de promesas, pues posiblemente cambiarían de deporte.

El San Fernando no se enteró de la película desde el inicio, con un miedo atroz a encajar un gol, y su propuesta ofensiva dejaba mucho que desear fruto de la incapacidad y la impotencia. Sin frescura de cabeza ni de piernas, el Cádiz CF Mirandilla esperaba su momento hasta que lo tuvo con el derribo de Cortijo a Ismael Álvarez. Álvaro Bastida asumió el tiro de penalti y engañó a De la Calzada.

Unos minutos antes del 1-0 las cosas se ponían peor para los de La Isla con la lesión de Germán, un veterano ausente en el partido más importante del año. El descanso fue la mejor noticia para los azulinos.

Tras este, concretamente entre los minutos 60 y 65, se pudo ver lo único potable del San Fernando. Eso sí, tras haber encajado el 2-0 en un desajuste defensivo con Ismael Álvarez marcando a placer. Esa reacción isleña trajo una llegada de Matheo que rechazó Rubén y el segundo intento lo sacó sobre la línea Barea. Casi sin respiro, un centro-chut de Matheo tocó en el travesaño. Ahí se acabó la única cara positiva del equipo visitante, ya que de nuevo bajó los brazos y quedó a merced de un filial que no elevó la victoria al término de goleada por las intervenciones de De la Calzada y la poca puntería hasta en tres remates claros.

Pero la imagen daba igual porque el infierno esperaba a ambos, y así fue como en el minuto 94 el final del partido sentenciaba a los dos con un descenso bochornoso y que sonroja en el césped y en los despachos.

diariodecadiz


LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 38

 CÓRDOBA 4 - CÁDIZ 2

UN CÁDIZ BIPOLAR ACABA GOLEADO 


CÓRDOBA: Carlos Marín, Albarrán, Sintes, Marvel, Calderón, Pedro Ortiz (Yoldi 64'), Isma Ruiz (Tounkara 88'), Theo Zidane (Genaro 77'), Carracedo (Adrián Vázquez 88'), Jacobo González y Obolskiy (Antonio Casas 77').

CÁDIZ: David Gil, Zaldúa (Iza Carcelén 46'), Kovacevic, Fali, Mario Climent (Matos 67'), Diakité, Álex Fernández, Sobrino (Escalante 80'), Ontiveros (Víctor Chust 46'), Melendo (José Antonio Caro 37') y Roger Martí.

ÁRBITRO: De la Fuente Ramos (castellano leonés). Amonestó a Sintes por el Córdoba y a Roger Martí, Víctor Chust, Iza Carcelén y al entrenador Gaizka Garitano por el Cádiz. Expulsó a David Gil (34') por roja directa.

GOLES: 1-0 Carracedo (24'), 2-0 Jacobo González (p.) (38'), 2-1 Roger Martí (47'), 2-2 Víctor Chust (59'), 3-2 Carracedo (p.) (73'), 4-2 Antonio Casas (84').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 38ª jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio Nuevo Arcángel ante 16.891 espectadores.




CRÓNICA: El Cádiz CF ha firmado en Córdoba un partido que es el perfecto resumen de su temporada: una primera mitad esperpéntica, un arranque de casta y genio que le dejan en buena disposición de pelear por todo y una relajación y dejarse llevar que acaba acrecentando esa sensación penosa.

Los amarillos (hoy de azul) han rozado (si no lo han tocado) el mamarracho en la primera mitad, para reivindicarse empatando el partido con un jugador menos y acabar goleados tras dar un paso atrás y bajar el ritmo.

Todo lo de este partido en el Nuevo Arcángel pueden ser la perfecta metáfora de la temporada. A saber:

  • Decisiones ilógicas y poco entendibles: hoy vestir de azul, por ejemplo. En la temporada la confección de la plantilla.
  • Patética primera mitad: hoy con dos goles en contra que pudieron ser más y un expulsado. En la temporada casi toda la primera vuelta con Paco López.
  • El técnico cambia cosas y endereza a un equipo que tira de orgullo: hoy con el cambio de sistema y la más que probable bronca en el descanso que llevan al equipo a empatar en menos de 15 minutos y con un jugador menos. En la temporada, con la racha sin perder con la llegada Garitano y el poco comprensible bajón de rendimiento tras quedarse en tierra de nadie y no poder alcanzar la fases de ascenso.
  • El equipo se relaja, pierde tensión y el técnico no da con la tecla: hoy con ese respiro que se da el Cádiz tras empatar, el cambio a jugar con cinco centrales y el Córdoba vuelve a merendarse al cuadro cadista. En la temporada con los números que viene firmando y la pésima imagen con la que va acabar una liga en la que va a dar el nivel en menos de un tercio de la competición.
  • El cuadro cadista da por cerrado el partido (la temporada) antes de tiempo y acaba casi arrastrándose: hoy pensando que con el empate y ese arreón de un cuarto de hora estaba todo hecho. En la temporada, con la imagencita que viene dando desde hace un mes.
  • El Cádiz vuelve a ser un equipo menor, ramplón y empaña todo lo buen que había hecho: hoy dándole el dominio y todas las facilidades al Córdoba, que le hace otros dos goles que pudieron ser más. En la temporada, acabando como está acabando, y porque los de abajo no terminan de sumar y hay mucho equipos entre el Cádiz y el descenso.

Y así todo, que se dice ahora mucho. Y eso que Garitano volvió a hacer lo que suele: no tocar lo que funciona. O al menos, tocarlo lo menos posible. Así que apostó por el once más parecido al que ganó la pasada jornada al Sporting en casa para jugar fuera de casa. Y con lo que tenía, porque solo podía contar con un 9 puro: un Roger Martí que tras una desastrosa campaña está siendo de lo mejor del Cádiz en este tramo final.

Así, el técnico vasco del Cádiz salió casi con un 1-4-2-2-2, repitió defensa y metió jugones en el campo para asociarse. Arriba mantuvo a Roger y le acompañó del trabajo de Sobrino.

Pero nada. El primer tiempo fue un auténtico baño. En menos de cuatro minutos el Córdoba acumuló dos ocasiones de gol y una anulada por manos de Marvel. Queda claro cómo salió el equipo verdiblanco y cómo lo hizo el cuadro cadista.

Pero es que la estadística al descanso era casi aún más demoledora: un 58 por ciento de posesión y 18 remates en el bando local ante un Cádiz desaparecido y casi ya en modo vacaciones y que acabe pronto la temporada más que en el rol de amarrar por si las moscas la permanencia.

Las dos mejores opciones del Cádiz CF en el primer acto fueron por errores del rival que por acierto de los de Garitano. El primero en un exceso de confianza del meta Carlos Marín (el jugador que más pases realiza del Córdoba) al que casi le roban primero Roger y luego Sobrino. Poco después, una inexistente falta de Roger impidió que el propio Sobrino se plantara solo ante el meta rival.

Fueron los breves minutos en los que el Cádiz logró equilibrar el juego tras el arreón inicial de un Córdoba que le puso un altísimo ritmo al choque. Los de Iván Ania retomaron el control y le generaron muchísimas complicaciones a la defensa cadista con un recurso tan sencillo como usado en otros deportes: colocar al delantero centro casi como pivote para jugar de espaldas a la portería y distribuir juego. Siempre, buscando la espalda de Fali para obligar a Kovacevic a salir de su zona y dejar un hueco en el centro de la defensa.

Así llegó el primer gol local, con Obolskii recibiendo de espaldas con Kovacevic encimándole en el área. Sin embargo, el control quedó algo suelto, Kovacevic no supo qué hacer y nadie acompañó Carracedo, que había dado el pase y buscó el balón para adelantar a los verdiblancos.

Lo peor estaba aún por llegar. En una de esas acciones en el que los centrales no se quieren complicar y nadie baja a recibirla, David Gil se hizo un lío y entre el amague y el medio regate se la dio franca a Pedro Ortiz, al que tuvo que agarrar para evitar el gol en el minito 34. Penalti y expulsión (lo de que no haya doble castigo para cuando se trata de jugar el balón, y agarrar no parece precisamente acción de jugar el balón).

Jacobo puso en el minuto 34 el 2-0 que parecía dejar sentenciado el choque. Entre ambos tantos, el Córdoba pudo lograr algún más, igual que en los minutos finales del choque. La sensación del Cádiz era de un equipo en clara descomposición y lo que es aún más preocupante, probablemente generada por la propia apatía o falta de tensión.

El arranque de la segunda parte fue otra historia. Un espejimos según se vio luego, pero otro mundo. Cómo tuvo que ser la bronca de Garitano a los suyos que el Cádiz deshizo todo lo malo que había hecho en el primer tiempo, que fue mucho, e igualó el choque en menos de 15 minutos. Lástima que la otra historia acabará en ese minuto 15.

El técnico cadista movió piezas en el vestuario y cambió el sistema de su equipo, manteniendo dos puntas y asumiendo los riesgos que le obligaban la pésima primera parte. Garitano sacó a un Ontiveros a años luz de lo que ha sido la mayor parte de la temporada y un Zaldúa al que le estaba faltando un poco de sangre. Y con un 1-3-4-2 con un hombre menos el Cádiz tiró de casta y se hizo con el arranque del segundo acto.

El Cádiz encontró lo que todo equipo tan claramente superado, en desventaja y con un jugador menos necesita: un gol en la primera oportunidad que tuviera. Un golazo de Roger Martí, por cierto, que realizó un giro de cuello de manual para poner el centro de Climent muy lejos del alcance de Carlos Marín.

El tanto envalentonó aún más a los amarillos y unido al cambio táctico los cadistas desarbolaban a su rival. El Cádiz recuperaba pronto y bien y el Córdoba era incapaz de sobrepasar la superioridad cadista en el centro del campo. Y por mera inercia, llegó el segundo gol del Cádiz, en un saque de esquina de Álex que Víctor Chust cabeceó al fondo de la red.

Dos goles en dos remates y el Cádiz había enmendado en un cuarto de hora todos sus pecados del primer tiempo. Con el empate tan pronto, el cuadro cadista levantó el pie, decidió tomar aire y los dos carrileros dieron un paso atrás para integrarse en una línea de cinco más clara en defensa. Incluso Matos reemplazó a Climent, casi reforzando esa condición defensiva.

El cambio de esa inercia que antes acompañaba al Cádiz le dio el balón al Córdoba, que con la pelota y cerca del área rival es realmente peligroso. Ese conformismo y la apuesta por la especulación cuando el choque era claramente cadista lo acabó pagando el conjunto amarillo, que salió claramente goleado.

El cuadro local fue acumulando ocasiones y acercamientos al área de Caro y se mascaba que el empate iba a durar poco. En un saque de esquina, Chust trató de incomodar a Albarrán en un remate que tenía en el punto de penalti, pero su carga en la espalda fue quizás demasiado evidente y el colegiado señaló el segundo penalti para los locales.

El tanto de Carracedo en el 73 fulminó al Cádiz, que en lo que restaba de choque prácticamente deambuló por el campo. De nuevo, rozó lo lamentable por momentos y no recibió más goles, sobre todo, por el buen partido de Fali y Kovacevic en defensa. Ni siquiera volvió a rematar a puerta entre los tres palos en lo que quedaba de choque. Ni con 3-2 ni con 4-2. En frente, un Córdoba que siempre buscaba la meta rival y que parece no saber qué es eso de especular ni cuando ganaba y dominaba, ni cuando se vio superado ni cuando volvió a dominar.

Antonio Casas puso el 4-2 para castigar la racanería de un Cádiz al que no le puede valer la excusa de tener un hombre menos cuando decidió darle el dominio y todo al rival. Las estadísticas del choque son demoledoras y confirman que lo de los cadistas en el Nuevo Arcángel ha estado muy próximo al esperpento, si no llega a ser por ese cuarto de hora que, a la luz del choque, se confirma casi como un espejismo.

De este modo, el Cádiz parece empeñarse en dar de nuevo una pésima imagen de sí mismo, cerrar la temporada casi arrastrándose y tirar por tierra todo lo bueno que llevó a soñar con que podía pelear por todo. En el tramo en el que el equipo quiso, el Cádiz se ganó el derecho para soñar. Ahora, el Cádiz sale casi a pesadilla por partido.

La próxima jornada, de nuevo en viernes, el equipo de Garitano volverá a tener que dar la cara ante su público en el Nuevo Mirandilla. De nuevo para tratar de maquillar esta pésima imagen que está ofreciendo en el último mes y medio desde que parecía claro que no había nada que hacer hacia arriba en la tabla y era más que complicado que los de abajo pudieran meterle el miedo en el cuerpo. El Eldense, el único que podría darle alcanzar, juega el domingo en Almería y está a nueve puntos. El Cádiz debe acabar ya con los fantasmas y temores. Por mucho que le guste especular a este Cádiz de Garitano. Pero sobre todo, debe competir y querer competir un poco. Al menos, guardar las apariencias hasta el final.

cadizdirecto