CÁDIZ 1 - SEVILLA 3
AGUANTA EL GENIO, OSÉ
CÁDIZ: Alberto Cifuentes, Iza Carcelén, Marcos Mauro, Cala, Espino, Jonsson (Augusto 71'), José Mari (Malbasic 76'), Salvi (Fali 84'), Pombo (Bodiger 85'), Álex Fernández y Negredo (Choco Lozano 77').
SEVILLA: Bono, Jesús Navas, Sergi Gómez (Jordán 60'), Diego Carlos, Acuña, Gudelj, Rakitic, Óliver Torres (Munir 61'), Suso (Óscar 69'), Ocampos (Bryan Gil 78') y En-Nesyri (De Jong 61').
ÁRBITRO: Medié Jiménez (catalán). Amonestó a Cala, Augusto, Marcos Mauro y Fali por el Cádiz y a Gudelj y Suso por el Sevilla.
GOLES: 1-0 Salvi (48'), 1-1 De Jong (65'), 1-2 Munir (90'), 1-3 Rakitic (94').
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 3ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón de Carranza a puerta cerrada.
LA CRÓNICA SULFURERA: Si del coraje del partido de hoy han revoleado el cuenquecito donde depositan los pistachitos mientras ven el fútbol, y se lo han cargado, les recomiendo que mañana se lleguen al Chino de la esquina y compren unos pocos de cuenquecitos, porque quedan muchos partidos así. El Cádiz hoy era el estudiante voluntarioso que se pega un palizón estudiando, venga termos de café, venga ojos coloraos, llega el examen y saca un cuatro y medio, y la madre no le puede reñir porque la criatura más no ha podido hacer el porehito. Y el Sevilla la noche antes del examen se estaba tomando unas cervecitas con los colegas, y te saca un ocho como el que no quiere la cosa. Inyustisia. Pero es así. Y lo que nos queda. Le haremos frente a equipos grandes, jugaremos ordenados, casi a la perfección, pero llegará el equipo de relumbrón, y con un toquecito de calité nos mandará a por tabaco. En nuestro fugaz paso por Primera hace 15 años, pasó. Muchas veces además. Así que recomendación de perro viejo: acostumbrarse o convertirse en campeón mundial de lanzamiento de cuenquecitos de pistachos.
Todo esto no quita de que maldigamos en arameo una y otra vez recordando ese momento al filo del 90, cuando al Choco entre uno y otro lo atropellan y se lo comen guisado ante la indiferencia arbitral que se marca un “Sigan,sigan” de libro, y ya saben lo que vino después. Tal vez con un estadio hasta arriba de gente, el tímpano le hubiera retumbado de tal forma al trencilla que hubiera pitado la falta con el índice tieso y el gesto marcial que tanto les gusta. Pero ante gradas vacías, Jauja. Así que lo mismo les digo: pillarle el tranquillo a esto de los arbitrajes que distinguen la clase social del arbitrado, que nos queda tela.
Hablemos de cosas buenas: me mola que el Cádiz se ponga con orgullo el mono del taller, con sus costurones y las manchas de grasa que se han coleccionado en estos años de divisiones inferiores. Mientras que el contrario viene a jugar con traje, corbata y zapatos relucientes, nosotros le salimos al paso con la ropa de faena. Son nuestras armas. El espíritu de ir al fango en el campo del Jumilla es una de las medallas que no tienen los demás en esta categoría. Hay que aplicarlo cuando se deba aplicar. Y hoy hubo momentos en los que se vio que somos proletarios del balón. Diganselo a Negredo. El mejor futbolista que tenemos, por algo es Campeón de Europa y de la Premier. Que siendo como es de Vallecas, sabe perfectamente por donde hay que meter las piernas para ponerse el mono, y se lo pone. Vallecas resiste, Cádiz también, y Negredo más todavía, allí sólo entre centrales, bajando al pasto balones que llegan con la delicadeza de un adoquín, o de una bola de goma. Al pecho, y al suelo. O al compi, y gol. Tiró de rabona, tiró de potrero, de estudiante rabonero valga la redundancia, y de pillería de barrio. Como recurso, no como chulería. Si marca ese gol, el cuenquecito de pistachos se hubiera roto, pero de buen rollo.
Hablemos de cosas malas: necesitamos banquillo. Hoy el partido lo han ganado los que empezaron el partido comiendo pipas. Cuando el Sevilla sustituye a un titular, saca a uno mejor. Cuando en el Cádiz, un titular abandona el campo, da la sensación de que es por fuerza mayor. También es verdad que la palabra banquillo en el Cádiz, habiendo un Del Nido por ahí, sonará incómoda. Pero fichen, please.
Otro día les contaré mi teoría de los 40 puntos. Si les digo la verdad, yo no contaba con ningún punto hoy. Y tampoco me preocupa no sumar contra esta gente, o contra Madrid, Barcelona o Atlético. Casi los doy por perdidos. Pero viendo el partido, tu ratito de cara de carahote se te queda. Aunque yo al menos, conservo el cuenquecito. De momento.
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