domingo, 29 de noviembre de 2020

LALIGA SANTANDER JORNADA 11

 ELCHE 1 - CÁDIZ 1

VARETASO CAPÍTULO 738


ELCHE: Edgar Badía, Barragán, Gonzalo Verdú, Diego González, Josema, Luismi (Raúl Guti 57'), Marcone (Mfulu 90'), Tete Morente, Pere Milla, Lucas Boyé y Carrillo (Fidel 57').

CÁDIZ: Ledesma, Iza Carcelén, Fali (Alcalá 58'), Marcos Mauro, Espino, Jonsson, Álex Fernández (Bodiger 67'), Salvi (Adekanye 67'), Jairo (Alberto Perea 21'), Malbasic (Pombo 58') y Álvaro Giménez.

ÁRBITRO: Del Cerro Grande (madrileño). Amonestó a Gonzalo Verdú, Pere Milla, Marcone y Tete Morente por el Elche y a Álex Fernández y Jonsson por el Cádiz. Expulsó a Lucas Boyé (45') por doble amonestación.

GOLES: 1-0 Lucas Boyé (38'), 1-1 Álvaro Giménez (55').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 11ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Martínez Valero a puerta cerrada.




CRÓNICA SULFURERA: Mas o menos el VAR funciona como les voy a explicar. Caso 1:jugada a favor del Cádiz, que el árbitro la da por buena: revisión milimétrica como si se buscara vida en Marte, el de la sala VAR saca el microscopio láser, se visualiza y revisualiza cada fotograma del vídeo milisegundo a milisegundo, hasta que se encuentra un motivo, discutible pero motivo al fin y al cabo, para anular la jugada, y darle un cosqui virtual al árbitro mientras que por el pinganillo le dicen “Que hase caraote”. Segundo caso: jugada a favor del Cádiz, que el árbitro no pita. El VAR entra en letargo. El pinganillo se corta. A la imagen se le mete por medio el vídeo comunitario del bloque de al lao, y nadie avisa al juez de que ha pasado algo. Misterios de la tecnología

Eso, o bien, que el colectivo arbitral anda preso de una macoca mental global, por la cual una mano involuntaria de Alex Fernández mientras se tira a por un balón es falta y tarjeta amarilla, y una mano involuntaria del peluca del Elche, diez minutillos después y vista además en cámara lenta, no es ná. Un “sigan sigan” de libro. Bipolaridad arbitral.

Y después está la opción alternativa a la carajera que tienen en lo alto árbitros en el césped, árbitros en la sala, y demás mandamases de despacho.Y es que por una razón u otra, haya cierto interés por darle cierto porculito al Cádiz en forma de decisiones en el césped, en la sala, o en los despachos, respectivamente. Me decanto por ello, fíjense. Piensa mal y acertarás.En la jornada 11 ya tenemos una colección de ejemplos y pruebas, que si todas metiditas en un pendrive con su respectivo escritito, no están ya el lunes en el despacho del que sea que quiera ser el que manda en esto, habrá entonces que exigirle a los dirigentes cadistas que empiecen a derrochar testiculina en su parcela, lo mismo que los futbolistas que nos tienen con 15 puntos sin haber entrado en Diciembre. A ver si aquí sólo tienen que dar la cara los que corren en el campo, o el entrenador que se va a comer cuatro partidos en la grada con su respectivo puyazo económico. Ya va siendo hora de que los de los trajes de chaqueta se desanuden la corbata y se arremanguen la camisa. Y protesten, coño. Que bien saben que el penal que Alex Fernández se disponía a tirar se hubiera tirado sí o sí, si el ejecutante del fusilamiento hubiera sido Sergio Ramos o Leonel Messi. Anda que le van a dar a rebobinar con esta gente de por medio.

Por lo demás, el mes de noviembre ha servido para despertar a los ponepegas. Está claro que hoy el partido estaba para traernos los tres puntos….igual que le pasó al Athletic cuando fuimos a visitarlos. Y ya saben lo que pasó. El Cádiz hoy se encontró con el Cádiz delante. Un equipo bien ordenado detrás, al cual era difícil meterle mano. Y lo mismo que le pasa a los que no son el Cádiz cuando juegan contra el Cádiz, hoy le ha pasado al Cádiz jugando contra uno que no es el Cádiz. ¿Está claro no?

Posiblemente las probabilidades de victoria hubieran sido mayores con Choco, con Negredo, o con los dos. Pero la semana pasada hablaba de que nuestra delantera low-cost suplente, nos echaría el cable durante la temporada. Hoy por ejemplo. Por eso, ante el ponepeguismo oficial, confianza en lo que hay. No queda otra, al menos hasta que vengan los Reyes en Enero. Donde estamos, no estamos malotes. ¿Podríamos estar más arriba? Podríamos. Pero como después del partido he tenido que echar un ratito de meditación en un Wash and Dry de esos, mientras secaba ropa por un diluvio mañanero, me he puesto a mirar temporadas previas en Primera, y en la jornada 11 de casi todas, íbamos peor. Así que el que quiera buscar motivos para la desesperación, que se los busque. Allá él. Eso sí, recomiendo no se fíen de la tabla. No vamos los quintos ni los sextos. El desbarajuste y descuadre de partidos nos da coba. Estamos a mitad de tabla, pero no quita que el regusto estético de vernos en Europa League nos ponga pitosos. La semana que viene llega el chiquetito. Momento puntero. Disfrútenlo sin darle una oportunidad a las úlceras. Sumamos y seguimos. Avanti.




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