JORNADA 9
ESPANYOL 2 - CÁDIZ 0
SE BUSCA FÓRMULA CONTRA LA DESIDIA
ESPANYOL: Diego López, Óscar Gil (Rubén 91'), Sergi Gómez, Cabrera, Pedrosa, David López, Darder, Melendo (Morlanes 58'), Embarba (Wu Lei 90'), Loren Morón (Nico Melamed 58') y Raúl de Tomás (Dimata 86').
CÁDIZ: Ledesma, Iza Carcelén, Haroyan, Víctor Chust, Espino, Fali (Alberto Perea 60'), Jonsson (Álex Fernández 70'), Tomás Alarcón (Martín Calderón 70'), Salvi (Álvaro Jiménez 60'), Sobrino y Choco Lozano (Negredo 70').
ÁRBITRO: Mateu Lahoz (valenciano). Amonestó a Óscar Gil por el Espanyol.
GOLES: 1-0 Raúl de Tomás (45'), 2-0 Nico Melamed (65').
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 9ª jornada de LaLiga Santander disputado en el RCDE Stadium ante 15.678 espectadores.

CRÓNICA SULFURERA: El aterrizaje en una categoría superior suele venir acompañado de un extra de emotividad en el día a día, que desaparece en el segundo año de relación con la cúspide futbolera. La novelería del primer año se convierte en rutina al siguiente. Y si el año pasado nos llevábamos toda la semana previa al partido salivando ante la visita de un grande o ante nuestra presencia en el césped de un Camp Nou, por ponerte un ejemplo…ahora hemos entrado en la dinámica del campeonato, y ya los domingos no son seis de enero. Imagino que al futbolista le ocurrirá algo parecido, en cierto modo. Aparecer en el veraniego álbum de estampitas hace ilusión la primera temporada y da igual si te sacan en plena mojiganga, pero cuando el fotógrafo llega para hacerte el retrato para la segunda campaña, te mosqueas si no sales guapo. No es nuevo esto. También tuvimos otoños reguleros coincidiendo con nuestro acomodamiento en aquel Edén que significaba para nosotros la Segunda División, tras nuestra particular penitencia por la extinta Segunda-B. Cuando en 2016, el Cádiz de Aridane y Ortuño aterrizó en Segunda, todo era fiesta, partidos televisados y camisetas de marca internacional. Pasamos de campos de césped artificial a ganar en la Romareda, y la adrenalina buena fluía a borbotones por el vestuario, por la grada, y por los pasillos del club. Jugamos el Play-Off de ascenso y a puntito estuvimos de liar un pitote gordo. El segundo y el tercer año fueron distintos. Y ambas temporadas, en vísperas de Halogüín, justo cuando los escaparates se petan de bichas de goma y telarañas de algodón, andábamos por las partes bajas de la tabla segundera, perdiendo partidos y leyendo artículos titulados “Váyase,Sr.Cervera” de algunos de esos cronistas del gaditaneo diario, que lo mismo te arreglan un volcán, que te imparten un simposio de la historia de los adoquines de la calle Plocia, o que te solucionan un tsunami con una Virgen cada 8 horas. La historia ya la conocemos. Y si bien, los rivales de Segunda no son los de Primera…”na de pegarse un tiro ni enrrearse a maldiciones”…como los Carreros de la Alianza cantaban. Que quea mucho.
Eso no quita el cosqui. Está claro que el Gafa no ha dado aun con la tecla este año. Dejarlo al hombre, que ahora mismo estará como el protagonista de Breaking Bad: metido en una autocaravana, con una bata puesta, y mezclando líquidos de colorines en tubos de ensayo y vasos de precipitado. Busca la fórmula que permita cierta rachita que al equipo le provoque una racha de buenrollismo, tanto en la clasificación, como en el vestuario. De momento, no la encuentra. Al pestoso ambiente de fuera, con anuncios de estadios nuevos al otro lado de la Bahía, cachimbas por los madriles, y el de Montenegro haciendo prácticas para la Ruta del Bakalao, hay que sumarle descontrolazo en el césped en cuantito el guión no es el que esperábamos. El gol en el minuto cuarenta y cinco, después de un primer tiempo decentito, explosionó como una bomba H en cada cabeza de cada cadista. Sobre todo, porque hoy por hoy, este equipo no da señales de remontadas mentales cuando las cosas se ponen en contra. El afán de empatar se diluye en un continuo frontón, donde los pelotaris se dedican a centrar con más insistencia que puntería, y la pared es la defensa contraria que despeja y despeja sin deformarse los flequillos. La estadística habrá registrado la cantidad de centros al área efectuados por los amarillos, que será un número similar al de los centros que realiza en un partido cualquiera, un típico equipo escocés del Pleistoceno, a diferencia de que el equipo escocés tiene a un ariete de metro noventa, mellao, con hechuras de ordeñar vacas después de entrenar, y que remata una maquina de escribir si es necesario…y el Cádiz no. No hubo mucha variedad en el menú de ataques cadistas, más que el mandar la pelota al barullo del área, y a ver si pasa algo. Cosa que sí le funcionó, por cierto, a los pericos, cuyo segundo gol vino de un disparo que iba camino de Puntales, y que de rebote fue para dentro. La carambola se equivocó de área.
Uno de los mayores errores que podemos cometer es el de comparar números de una temporada a otra. Pasa como en el Cannavá, que te comparan con la del año pasado, cuando se concursa con las del mismo año. Este año andamos peor que el pasado, pero hay un elenco de escuadras que están por el estilo. Para los pesimistas, el Cádiz lleva la mitad de los puntos que llevaba a estas alturas hace una temporada. Para los optimistas, si ganamos el sábado al Alavés, estaremos casi a la misma distancia del descenso que lo que estábamos entonces. Paciencia y confianza. Quizás, en esos extremismos de forofo pasional, los mismos que veían al Cádiz en Europa hace un año, sean los que lo ven ya descendido hoy. Y resulta que ni el año pasado estábamos para jugar en Europa, ni este año estamos de turista ocasional en los puestos malditos, porque tenemos a cinco o seis por abajo, de momento. Balón al pasto. De los nueve partidos que hemos jugado, siete han sido con rivales que andan de la mitad para arriba de la tabla, o sea, que no son de nuestra liga. Entre ellos, hemos visitado Vallecas, donde de momento ha palmado todo el mundo, y nos ha visitado Osasuna, que es el único equipo en Europa que ha ganado todos sus partidos fuera. Casi ná. Nos han cogido todos los equipos en racha. Y de los demás, algo se ha rascado, aunque menos de lo esperado. Hasta aquí el análisis benévolo de la situación ¿no?...Po ya está bueno lo bueno, y ya puestos me gustaría decir que EL SÁBADO ESPABILARSE, MANCHA DE…, QUE CON EL ALAVÉS SÍ NOS LA ESTAMOS JUGANDO,COJJJJONES. Ea. Ya me he quedao tranquilo.
Foto: Joe Jordan, delantero escocés del estilito que te dije. Le tirabas una olla de menudo y la remataba de coco. Pureza frente al engominamiento de los delanteros de ahora, como el tal RDT, que no sabe uno si es Raúl de Tomás, o es el acrónimo de unas pruebas que te tienen que hacer en el Puerta del Mar. Un mellao de estos no hubiera hecho falta en Cornellá. De los que pegaban bocaos y te dejaban la marca como si te hubiera mordío una corvina. Que vuelvan.
Foto: dailyrecord.co.uk
No hay comentarios:
Publicar un comentario