JORNADA 11
VILLARREAL 3 - CÁDIZ 3
EL PROBLEMA ES ESE CARETO QUE SE TE QUEDA
VILLARREAL: Asenjo, Mario Gaspar (Aurier 61'), Mandi, Pau Torres, Pedraza (Estupiñán 74'), Iborra (Coquelin 61'), Parejo, Trigueros (Chukwueze 61'), Yeremy Pino, Danjuma y Alcácer (Dia 74').
CÁDIZ: Ledesma, Iza Carcelén (Salvi 64'), Haroyan, Víctor Chust, Espino, Fali (Tomás Alarcón 71'), Jonsson (Akapo 53'), Álex Fernández, Chapela (Iván Alejo 53'), Sobrino y Choco Lozano (Andone 71').
ÁRBITRO: Hernández Hernández (canario). Amonestó a Mandi, Alcácer y Coquelin por el Villarreal y a Espino, Fali, Choco Lozano, Iván Alejo, Akapo y Haroyan por el Cádiz.
GOLES: 0-1 Choco Lozano (14'), 1-1 Pau Torres (43'), 1-2 Choco Lozano (45'), 1-3 Choco Lozano (52'), 2-3 Dia (80'), 3-3 Danjuma (95').
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 11ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de La Cerámica ante 12.190 espectadores.
CRÓNICA SULFURERA: Se acostó el fan con cara de tonto. Y despertó al día siguiente, aún con el mismo careto de rictus carajotil. Las horas de sueño no variaron un semblante esculpido a medias entre la incredulidad y el amargor del gol en contra del último minuto. Y salió a la calle, al laburo, y todo a su alrededor había amanecido con la misma cara de pampli: el camarero del bar que le pone el primer café del día, el operario que riega la calle, el chófer del autobús, el militar protagonista de la estatua ecuestre, el caballo de la estatua ecuestre, la moza del cartel publicitario de la marquesina…todos, absolutamente todos con cara de tonto. Como si el gesto impasible, como si la parálisis facial, denotara que todos, absolutamente todos, estuvieran repasando fotograma por fotograma aquel ataque estéril del minuto noventa y pico, en el que nos lanzamos a por un cuarto gol como si nos jugáramos la vida, como si tocara revancha de las veintitantas llegadas al área sin marcar del sábado pasado, y quisiéramos recuperar los goles perdidos en el limbo con un cuarto gol que le diera una dosis de contundencia al marcador. El golpe en la mesa que legara a los registros futboleros del mañana, que un día le metimos cuatro al campeón de la UEFA en su propio campo. Milisegundo a milisegundo interiorizando la moviola del minuto noventa y pico: esa honestidad innecesaria de Salvi para con el juego. Esa marrullería que nunca sucedió consistente en irse al corner con la pelota y poner allí la sombrilla,la silla y la nevera.. Mecagontó.
El Gafa estuvo la noche del Sábado y el domingo entero haciendo jueguitos tácticos con lo primero que le caía en la mano. Si estaba de cervecita en una terraza, hacía bolítas con las servilletas de papel y las bautizaba: “Esta es Fali, esta es Sobrino…”, y en lo alto de la mesa dibujaba el césped imaginario, jugando contra sí mismo una onanista partida de ajedrez, como el del chiste de Reguera que aburrido se pegaba las partidas de parchís en el escaparate de Tosso. O se tiraba en el sofá después de pegarse un plato de menudo, y las sustancias psicodélicas que sueltan los garbanzos le provocaba visiones en el techo del salón como la niña de “Gambito de Dama”…Hasta que dio en la tecla. Volvió a poner a un central de medio centro (Fali), a un medio centro de media punta (Jonsson) y viceversa (Alex), a un media punta de delantero centro (Sobrino), y a un delantero centro de extremo (Choco). Lo aliñó con un canterano que se supone está en el cuarto lugar de la bolsa de extremos derechos. Y a jugar. Al Gafa lo pones tú de gerente en un Mercadona, y a poco que decaigan las ventas pone al charcutero en la caja, a la cajera conduciendo la fengüi, al de la fengüi limpiando pescao, y al pescaero cortando jamón. Pero si da resultado, po palante. Y a nosotros ayer nos dio resultado la revolución de Octubre…hasta que el medio centro fue un medio centro (Alarcón), los extremos fueron extremos (Salvi y Alejo), el media punta volvió a su sitio y en el ataque pusieron a un nueve nato. (Andone, candidato indiscutible al Premio Malbasic 2021). El caos nos dio, y lo convencional nos quitó. El Gafa pensó y acertó en su parcela. Esta vez falló la toma de decisiones del futbolista, no del entrenador que no tiene un mando para controlar a los chavales cuando les cae la pelotita en los pies. Así que si de aquí al domingo ven a Cervera jarrita en mano en una terraza, no lo molesten, y no le pidan el servilletero. Ahí pueden estar los tres puntos que inicien la remontada.
Porque en tres de los cuatro años que vivimos en Segunda, la remontada comenzaba con el cambio de hora invernal y las calaveritas de Halloween. Fue la tónica cerveril en el 2016, el 2017 y el 2018. Pegábamos un tironazo justo cuando el Corte Inglés saca al San José de bombillas LED, nos colocábamos arribita y aquello nos duraba hasta el mes de marzo cuando pillábamos los 50 puntos que aseguraban la salvación en Segunda, y entonces el equipo se dejaba ir en una ligera cuestecita abajo hasta llegar a la última jornada saliendo del play-off, con el consiguiente mosqueo de parte del personal. El punto de ayer hubiera sonado a inicio de remontada, si nos lo dicen a las 9 de la noche. A las once y media ha resultado la confirmación del cenizo que tenemos en lo alto. El mes de octubre todavía contiene un envite, y no estaría de más terminarlo con tres puntitos. Así el día de los Muertos se queda en eso, y no en el día de los Muertos de Panete, que fue como acabó el de ayer. Y lo de la cara de tonto se va quitando poco a poco, no preocuparse. Siempre y cuando no se traiga de fábrica, claro está. Que los hay.
Foto: Hasta el de ayer del Choco, el único hat-trick de un futbolista del Cádiz en Primera fue hace 34 años ná menos. Lo protagonizó aquí Don Gorgue Mágico Gonzalez frente al Racing de Santander. Ganamos tres a cero y uno de los goles fue el que tú ya sabe en la portería de Fondo Norte, que hasta Alba (el portero), fue hasta el medio del campo a darle la mano.
Fuente: Diario de Cádiz
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