LA CRÓNICA SULFURERA DE VERA LUQUE

 JORNADA 24
CÁDIZ 0 - CELTA 0

CONTACTO CON TACTO: EL PODER DEL ROSSONASSO.

CÁDIZ: Ledesma, Akapo, Luis Hernández, Víctor Chust, Espino, Tomás Alarcón (Jonsson 80'), Rubén Alcaraz, Salvi (Iván Alejo 64'), Idrissi (Alberto Perea 64'), Choco Lozano (Lucas Pérez 64') y Negredo.

CELTA: Dituro, Hugo Mallo, Aidoo, Araujo, Javi Galán, Fran Beltrán, Denis Suárez (Renato Tapia 76'), Brais Méndez, Cervi (Solari 46'), Iago Aspas (Thiago Galhardo 76') y Santi Mina.

ÁRBITRO: Mateu Lahoz (valenciano). Amonestó a Ledesma, Jonsson y Luis Hernández por el Cádiz y a Cervi y Javi Galán por el Celta.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 24ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 15.635 espectadores.

CRÓNICA SULFURERA: Las casualidades del calendario y la puñetera madre de los caminos torcidos del Dios Momo, me llevó a un Cádiz-Celta en las mismas condiciones que tuve que soportar el Celta-Cádiz de la primera vuelta, esto es, montado en un autocar camino de un rato de cante más allá de Cortadura. De ahí que tuve que visualizar la contienda en la pequeña pantalla del mío smartphone. Y será que por ello, interpreté que la caída del jugador celtiña en el minuto ochenta y poco, se produjo por algún vaivén, socavón, bache o sucedáneo que el autobús donde iba yo, y por tanto el mío smartphone, pillara por el camino. Porque de otra manera no me lo explicaba. La crónica del partido podría despacharla con un copia y pega de las muchas crónicas acumuladas girando alrededor del VAR, del árbitro, del que se sienta delante del VAR, y de la leche que mamaron todos ellos. Suena a pitorreo esto ya. El protagonismo de la previa del partido se repartía entre Juan el Ardentía y Mateu Queteveu Lahoz. Ambos venían a arreglar los descosidos de speakers y árbitros previos.  Del primero me lo espero todo, y remember que sus pinitos de Speaker ya los hizo en la primera cuarteta del popurrí de “Los hinchapelotas”, así que no sé si nos corresponde un tanto por ciento del fichaje por los derechos de formación. Seguro que mejoró el speaker anterior, tarea no difícil, y aunque no lo escuché in situ por lo que te dije, sí que me ha resultado de mucho age made in Ardentía eso de anunciar el triple cambio como que salen al campo un montón de gente. Age. A muchos tampoco les convence el canalleo de Juan, y lo mismo lo que pasa es que al fútbol, (y mucho menos al Cádiz), no le hace falta speakers ni animadores más allá que la propia grada. Esto no es la NBA ni falta que nos hace, ni el público futbolero es ese público norteamericano, fofo y malage,con perrito caliente en mano, ávidos de bailes ridículos. Dejen de reinventar el fútbol ya de una vez, coño. Y dejen de poner partidos a las dos de la tarde, que esto no es Birmingham, cojones. 

Vamos a la jugada, casi única comentable del partido: el penaltito. Se pierde ya la cuenta de mamarracheos en contra de esta índole desde que el 12 de septiembre de 2020 volvimos a aterrizar en Primera. Igualmente, queda en evidencia el VAR, y no por el invento, sino por el que lo maneja. Cualquier mínimo contacto en el área es susceptible de ser penalti una vez que se le aplica la moviola y la imagen se congela en el momento adecuado. Como en las películas chungas de karate, en las que el Bruce Lee de Hacendado de turno, le da el cosqui al de la pandilla enemiga: el actor mueve la mano hasta quedar a centímetros de la cara del otro, que hábilmente se tira de espaldas exageradamente, mientras que al teatrillo lo acompaña el sonido de la cachetá. Al espectador le engaña la imagen, y se traga la tragantá valga la redundancia, pero en la realidad, no hubo contacto, y los dos actores tanto el que pega como el que recibe, se van de copas al finalizar el rodaje. Efectos visuales.  Mateu, árbitro propio de la aristocracia balompédica, bajaba al fango de los partidos de clase media, precisamente como tranquilizador y garante de lo ecuánime frente a las sospechas de conspiraciones anticadistas que estaban surgiendo últimamente. Y coge el gachón, y confirma las teorías conspiranoicas marcando un penal en el cual el futbolista gallego cae al área aparatosamente tras una rachita de levante moderado. La brisa lo tiró, y el VAR se queda tieso, porque detecta contactos y fueras de juego, pero aún no detecta la sobreactuación del delantero, al cual ayer le podría haber caído algún Goyita. Inexplicable que suceda, pero sucede. Menos mal que anduvo fino Ledesma (¿Por qué no fue expulsado, si derribó a un delantero que se le quedaba la portería enterita para marcar? ¿La misma incoherencia del segundo penalti del Mallorca?¿Tal vez,  inconscientemente, están dando a entender que son penaltis tan poco penaltis que no merecen ni las consecuencias que derivan de haberlos pitado?). 

Repaso a la jornada, y aún saliendo del sábado con la cara toa broken, el recortito de un punto respecto al Getafe y al Granada, está ahí. Que siempre es mejor que nada. Ya veremos si también le pegamos un bocadito a la ventaja con respecto al Mallorca. Lo morboso, y a la par pitosillo de la situación, es que ahora cogemos al Getafe, y luego al Granada, por lo que las dos próximas jornadas se antojan vitales. La vida nos está dando una nueva oportunidad para reinsertarnos en la sociedad liguera, y no condenarnos definitivamente a falta de tres meses de competición. Si ganamos lo que viene no nos aseguramos la salvación, pero nos aseguramos que aún no vamos a bajar. Qué fácil nos resulta regenerar la ilusión. Después llegará un árbitro engominado y un VAR con agüillas y nos la quitará. Pero con eso ya contamos desde el principio, colega. Ya tenemos el cuerpo hecho. Lo han conseguido.

FOTO: Ledesma parando penalties. Aquí le han marcado unos pocos. Pero en Argentina, Rosario Central ganó la Copa Argentina en 2018, gracias a las paradas de Conan. Aparte de ganar la Final en la tanda de penalties, pasaron los dieciseisavos, los octavos y las semifinales por el mismo camino. En todas ellas protagonista nuestro portero. O sea, que al gachón se le da bien. A destacar la malajechura del linier.

Foto: rosario3.com