lunes, 21 de marzo de 2022

LA CRÓNICA SULFURERA DE VERA LUQUE

 JORNADA 29
CÁDIZ 1 - VILLARREAL 0

LA VENGANZA DEL YERNO DE PEPE ISBERT

CÁDIZ: Ledesma, Akapo, Luis Hernández, Víctor Chust, Espino, San Emeterio (José Mari 67'), Rubén Alcaraz, Iván Alejo (Sobrino 67'), Idrissi (Fali 94'), Choco Lozano (Lucas Pérez 62') y Negredo.

VILLARREAL: Asenjo, Mario Gaspar, Mandi, Pau Torres, Pedraza, Iborra (Capoue 46'), Parejo (Coquelin 46'), Chukwueze (Yeremi Pino 71'), Moi Gómez (Danjuma 46'), Lo Celso y Dia (Gerard Moreno 62').

ÁRBITRO: Hernández Hernández (canario). Amonestó a Choco Lozano, Idrissi, San Emeterio e Iván Alejo por el Cádiz y a Pau Torres y Capoue por el Villarreal.

GOL: 1-0 Sobrino (90').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 29ª jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 13.325 espectadores.





CRÓNICA SULFURERA: La relación goles/minutos jugados de Rubén Sobrino puede ser escandalosamente chungaleta. Sin ser un delantero centro nato,  se mueve por los dominios de los verdugos del balón. Pero le falta instinto criminal. Tiene cara de buen chiquillo, rasgo antropomórfico que chivatea claramente la ausencia de maldad cuando encara la portería y tiene que fusilar al pelotón. Como ejecutante se queda a la altura del yerno de Pepe Isbert en “El Verdugo”, aquel que heredaría el oficio de su suegro, pero no la vocación asesina. Este año lo hemos visto fallar goles que marcaría Stevie Wonder jarto valdepeñas. Y aún así, quizás por la subliminal protección que le da su apellido el cual inspira que lo veamos como si fuéramos sus titos,la bronca nunca fue excesivamente cruel con él. Minutitos antes del momento cumbre, Rubén Sobrino estuvo a punto de rebautizarse como Diego Armando, cuando recogió un balón a cien kilómetros de la portería, y avanzando a paso largo fue dejando atrás contrincantes hasta que se topó cara a cara con Asenjo. Lo más difícil ya estaba hecho: recorrer 50 metros sin que te quiten la pelota. Tocaba ejecutar al reo, pero a Rubén le falló, de nuevo, el instinto. Disparó mansamente, porque cuando le toca finalizar, siempre parece acordarse de la esposa y los hijos del portero, y entonces dispara al aire y deja vivo al condenado. Eso, y esa maldita presión de justificar su rol de delantero, y qué otra forma hay que no sea marcando goles. Y me imagino esa cabeza dándole vueltas a lo mismo mientras corretea por el verde césped persiguiendo la misma pelota que se vuelve su enemiga cuanto más cerca se encuentra de la portería ajena…Hasta que por un momento, Rubén cogió su fúsil. Apareció por la trinchera donde nadie lo esperaba, mandó a por tabaco los fantasmas, y dejó que el instinto lo guiara, tirándose en plancha a lo largo del húmedo césped, y alargando la pierna a sabiendas que por ese sendero paralelo a la línea de gol pasaría una pelota cómplice. El resto de la historia ya la conocen.

Cualquier parecido de este Cádiz con el de la primera vuelta es pura coincidencia. La liga española la han jugado este año 21 equipos. El Cádiz del 2021,el Cádiz del 2022 y los 19 restantes. Tan distinto uno del otro, que media alineación habitual no tiene nada que ver. La sala de máquinas, esto es la pareja de centrales y la pareja de medios centros es un 75% distinta. ¿Quién se acuerda de Haroyan, Alarcón o la bendita inexperiencia de Bastida, en otros momentos titulares más por falta de alternativas  que por otra cosa? Idrissi, con sus lucecitas y sus sombras, mejora notablemente unas bandas soportadas por Alejo, Salvi y Chapela. Y de Lucas Pérez a Osmajic hay tanta distancia como de La Coruña a Montenegro. Pero sobre todo, el secreto está en esa sala de máquinas donde la clase la pone Chust, el oficio Hernández, la mano dura Emeterio y la organización Alcaraz. El pasado verano, los encargados de comprar jugadores fueron al Piojito pensando que con alguna ganga y un par de pinceladitas íbamos bien despachaos. En Enero tuvieron que ir al Corte Inglés porque se dieron cuenta que los elásticos de los calzoncillos baratilleros dan de sí al segundo lavado. 

Llega parón para los frikis mundialeros. Emocionantes partidos nos esperan, especialmente en la lontananza se visualiza un Italia-Portugal a cara can, que llevará a uno de ellos al impresentable mundial de Qatar, y al otro a su casa, hecho que sería apocalíptico en el caso de los transalpinos, pues se perderían su segundo Mundial consecutivo. Porca miseria. Cuando recuperemos el pulso de la competición, nos encontraremos con tres equipos por abajo, quién nos lo iba a decir hace un mes. Tenemos la flechita para arriba, pero la coartada para bajar los humos sigue siendo el calendario puñetero. Con todo y con eso, podemos encontrarnos en un futuro con un Alavés ya descendido, un Elche ya salvado, un Madrid ya campeón y un Sevilla ya conformado con su puesto en la Champions. Lo mismo no es para tanto, y resulta que en el mes de mayo hay mucho pescao vendío, y nos traen contrincantes que en otro momento de la temporada hubieran sido más dificultosos para meterles mano. De todos modos, tranquilidad en las masas obreras, please. De momento, disfruten de la primera ronquera gorda en muchos años, los llantos en el césped por parte de un arquero argentino que ya se identifica con esto como si fuera el hermano varilla de las Cigarreras, el abrazo en la grada con ese gachón desconocido que se sienta cuatro sillas más pallá, y el orgullo cadista que andaba hibernando, pero que vuelve a florecer por primavera trompetera. Coerlo ahí.

FOTO: Un 15 de Mayo de 1994, era el Villarreal el que se salvaba de bajar a Segunda B. El Cádiz ya había descendido semanas atrás. Fijarse que desde el periódico castellonense no mandaron ni a un triste fotógrafo, y pusieron una foto del partido que se jugó en la primera vuelta en el Madrigal (el Cádiz jugó con camisetas blancas, como se puede ver a Javi Germán).  Lo curioso de aquel Cádiz-Villarreal de Mayo de 1994 es que también se jugó cayendo un chaparronazo mortal. Y que fue el partido donde se lió la pajarraca aquella de los Brigadas en preferencia corriendo detrás del linier. Mucho ha llovido desde entonces (sobre tó ayer, coone, no vea que mojá)

Fuente: submarinoamarillo.net



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