lunes, 27 de noviembre de 2023

LALIGA EA SPORTS JORNADA 14

 CÁDIZ 0 - REAL MADRID 3

LA CRÓNICA DE VERA LUQUE: COMPARACIONES OCIOSAS


CÁDIZ: Ledesma (David Gil 79'), Zaldua (Brian Ocampo 79'), Fali, Víctor Chust (Iván Alejo 66'), Javi Hernández, Lucas Pires, Rubén Alcaraz, Álex Fernández, Robert Navarro (Machis 57'), Chris Ramos (Maxi Gómez 66') y Roger Martí.

REAL MADRID: Lunin, Carvajal (Fran García 88'), Rüdiger, Nacho, Mendy, Kroos, Modric (Dani Ceballos 70'), Fede Valverde (Nico Paz 88'), Bellingham (Lucas Vázquez 78'), Rodrygo (Gonzalo 78') y Joselu.

ÁRBITRO: Cuadra Fernández (balear). Amonestó a Iván Alejo, Álex Fernández y Javi Hernández por el Cádiz y a Fede Valverde, Mendy y Rüdiger por el Real Madrid.

GOLES: 0-1 Rodrygo (14'), 0-2 Rodrygo (64'), 0-3 Bellingham (74').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 14ª jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 20.325 espectadores.




LA CRÓNICA DE VERA LUQUE: Puestos a comparar, ¿piensan que la diferencia existente entre un equipo de la clase baja de la Primera División española como el Cádiz y un top mundial como el Real Madrid es comparable a la diferencia que existe entre un 2ªRFEF como el Badalona y el propio Cádiz? Porque lo mismo, la zanja es más ancha en el segundo caso y sin embargo hace unos días, en plena competición copera, el equipo de aquella ciudad más baloncestera que futbolera, puso al Cádiz a pique de un repique. Por el contrario, el partido entre los dos equipos de la misma categoría, por muchas Champions que uno arrejunte en sus vitrinas y por pocas copitas que el otro coleccione, se asemejó ayer a uno de aquellos pretéritos derbys colegiales entre los de 8º frente a los de 4º.

Como un pulso simulado entre papá e hijo, en el cual el papaíto deja que el chiquillo empuje, haciendo como que resiste a lo justito el envite del ilusionado nene que cree que puede torcer el señor brazo de su progenitor hasta que éste, en un plisplás, termina con el pulso de manera instantánea.

Por lógica y por antojo. Así ganó el Madrid ayer: por lógica millonaria-financiera y deportiva, sobre todo ésta última, certificada en esas jugadas en las que Rodrygo o el propio Bellingham atravesaban líneas cadistas cual cuchillo romo en la mantequilla, y sin usar el peine. Frente a un Cádiz que quiso ser combativo-combinativo, resultón para la grada y voluntarioso a la vista del aficionado, el Madrid en sus poquitos alardes de mosqueo, finiquitó prorrateadamente la partita. El primero nada más empezar, para marcar territorio. El segundo cuando el rival se estaba viniendo arriba. Y el tercero, el golito con regalito oficial previo en forma de falta merengue que pudo pitarse y no se pitó. Lo que se veía venir, lo que se mascaba.

Lo que pasa es que, sabiendo que cuando nosotros ejercemos de grande los pequeños se nos suben en borricate, a veces también nos gustaría ser ese Badalona mordedor y poner contra las cuerdas al megaequipo de turno, y no casi ofrecerle una suerte de spa con masaje incluído. Por orgullo, dignidad y su puntito de rebelión ante el poderoso, por qué no.

La épica parece lejana en este Cádiz, que se desfonda en las segundas partes y no da opción a grabar a fuego algún que otro capítulo heroico en las memorias de los que vamos a las gradas. Ojo, me refiero a los que vamos sempiternamente, sin alquilarle carnets a coprovincianos que tienen más flow con la señora Cibeles que con el Torreón de las Puertas de Tierra, aunque a la primera no la hayan visto en persona en la vida, y al segundo se lo encuentren de cara cada vez que tienen que echar un papel en Hacienda. Más bien somos víctimas de la épicas ajenas, cuando nos remontan en el Metropolitano, o nos ganan en Getafe con uno menos.

El equipo se desinfla peligrosamente a poco que se inician los segundos tiempos, y los recambios no suelen resolver la papeleta. El empleado del club que abre la puerta de la enfermería lleva no sé cuantos meses sin pillarse un día de asuntos propios, y desde las oficinas se piden palés con rollos de vendas, aprovechando el Black Friday y sus ofertitas. Ahora Chris Ramos y Ledesma se unen al club de las dudas. El Alfa y el Omega de la alineación ayer se retiraron dando cojetás. Gil, nuestro portero suplente, no ofrece dudas como sustituto, y acumula en su haber varias actuaciones satisfactorias.

El problema viene en la punta, donde un fichaje estrella como Maxi Gómez sólo ha olido el gol en un amistoso en Sanlúcar. Ayer falla una de esas que tú fallas en los partidos entre colegas y te llevas la carguita el resto del partido, en la cervecita posterior, y en la cena de Navidad del año siguiente. Era el uno a dos, que oye, lo mismo no resolvía nada… pero lo que es seguro es que el piciazo cancelaba cualquier atisbo de épica por nuestra parte. Quién sabe. Vaya cero a dos, o vaya cero a ocho, el caso es que un nueve contrastado no puede fallar eso. Y aquí el uruguayo ha venido como cabeza de cartel y ariete salvador. Y de momento, un señor saco de cemento. ¿O no?

Que el partido del Madrid no era el más adecuado para levantar cabeza tras las minivacaciones de otoño, se sabía. Que lo que nos viene ahora es uno de los momentos clave de la temporada, también. En once días jugamos contra el 17º, el 18º, el 14º y contra uno de esos equipos coperos que te contaba antes, donde el fantasma del ridículo flota, deambula por el campo desde el minuto 1. De estos once días depende media temporada bien despachá, depende que las cogorzas en las cenas navideñas sean la válvula de escape del devastado aficionado, y depende que Sergio compre las uvas de fin de año en un puesto de la Plaza, o en la Boquería de las Ramblas. Desde luego aburrirnos, nos aburrimos poco. Al lío.

Fuente: cadizdirecto.com




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