domingo, 28 de junio de 2015

CÁDIZ 1 - ATHLETIC B 1


OTRO AÑO EN SEGUNDA B


Jona marcó el gol ante el Bilbao Athletic
Imagen: Canal Amarillo
CÁDIZ: Aulestia, Mantecón (Airam Cabrera 84'), Servando, Josete, Tomás, Garrido, Navarrete (Kike Márquez 68'), Juan Villar, Hugo Rodríguez (Migue García 60'), Fran Machado y Jona.

ATHLETIC B: Remiro, Lekue, Yeray, Unai Bilbao, Iriondo, Gil, Undabarrena (Etxeberría 88'), Sabin, Mikel Vesga, Seguín (Salinas 75') y Santamaría (Villalibre 81').

ÁRBITRO: Ortiz Arias (madrileño). Amonestó a Mantecón, Juan Villar, Hugo Rodríguez y Fran Machado por el Cádiz y a Seguín, Lekue y al entrenador Ziganda por el Athletic B.

GOLES: 1-0 Jona (9'), 1-1 Salinas (93').

INCIDENCIAS: Partido de vuelta correspondiente a la tercera eliminatoria de ascenso a Segunda A disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 25.000 espectadores. El Athletic B consigue el ascenso a Segunda A por un global de 3-1.

CRÓNICA: El ascenso se ha quedado otra vez al alcance de la mano y esta vez ha sido el Bilbao Athletic el que se lo ha llevado a casa.

Los hombres de Claudio Barragán se entregaron a fondo y jugaron el mejor partido del play-off. Había que remontar un 2-0 para volver a Segunda y creían en sus posibilidades para hacerlo, pero en el fútbol cualquier cosa puede pasar. Y eso fue lo que le sucedió al Cádiz: jugó mejor, luchó más, empleó todas sus armas, tuvo más ocasiones, pero no ganó.

Desde el comienzo del partido el equipo amarillo puso de su parte para igualar la eliminatoria cuanto antes y volvió a ser ese Cádiz que todos estaban reclamando desde que comenzó el play-off.

Los jugadores –tanto los que habían estado jugando en anteriores encuentros como los que lo hacían por primera vez en esta fase de ascenso- salieron concentrados y motivados por el apoyo de una afición que cree en su equipo hasta el final.

Esa confianza se notó en Jona, el primero en intentar acortar distancias en la eliminatoria. Recibió un pase de Villar y ejecutó un lanzamiento que se marchó algo desviado.

GOL DE JONA
Fue el primer aviso, ya que poco después era él mismo el encargado de hacer el primer gol. Fue Tomás el que sacó de banda, Garrido prolongó y Jona sorprendió a Remiro con una chilena.


Era la recompensa a lo que se había visto desde el pitido inicial, pero aún quedaba mucho trabajo para lograr el objetivo. Y así fue como continuó el equipo, luchando cada balón, levantándose cuando las cosas no salían y sin renunciar en ningún momento a pesar de que por más que lo intentaban el gol no llegaba.

El aliento también llegaba desde la grada y es que ni siquiera las altas temperaturas impidieron que tanto unos como otros se entregaran al máximo.

Los jugadores del Bilbao Athletic se vieron aturdidos ante tal circunstancia e intentaban arañar algún minutillo al cronómetro dejándose caer al césped más tiempo del necesario.

Pero el cuadro local seguía a lo suyo. Otro acercamiento de Jona acabó en córner, aunque las ocasiones más claras llegarían después.

OCASIONES ANTES DEL DESCANSO
A punto estuvo de llegar el segundo en un disparo de un jugador rival. Mantecón centró y Undabarrena quiso despejar, pero envió el balón a la escuadra y casi marca, aunque finalmente se fue a córner.


Mejor aún fue la ocasión de Juan Villar, muy activo también. Tomás sacó de banda y el onubense mandó el esférico al larguero cuando los aficionados ya cantaban el gol.

Las dos últimas acciones de la primera parte también pudieron cambiar el marcador. Primero hubo un posible penalti a Villar que el árbitro no señaló y después Sabin casi marca el 1-1.

Con gritos de sí se puede despidieron los seguidores amarillos a sus jugadores. La confianza seguía intacta a la vuelta de los vestuarios y si en la primera parte se buscó el 2-0, en la segunda se puso más empeño aún si cabe en lograrlo.

El primero en hacerlo sería Navarrete con un cabezazo que atrapó el portero. No sería la última vez que Remiro se convertiría en el salvador de su equipo, aunque también hubo otros impedimentos para que el Cádiz marcara.

JUAN VILLAR PUDO HACER EL SEGUNDO
Juan Villar se echó la responsabilidad a la espalda y volvió a intentarlo como ya hiciera en la primera mitad. Sorteó al portero y tiró a puerta con tan mala suerte que Iriondo sacó bajo palos.


No fue la última. En la próxima el onubense se encontró con el palo, ese dichoso palo que ya antes le había impedido marcar.

El esfuerzo estaba siendo enorme, pero el gol no llegaba, ni siquiera después de haber entrado en el campo los hombres de refresco. Y no será porque ellos no lo intentaran también.

Los últimos minutos fueron una continuidad de todo el encuentro, con el Cádiz volcado sobre la portería de Remiro. El disparo de Migue lo atrapaba precisamente el guardameta visitante, al igual que otro de Villar, mientras que Kike Márquez lo intentaba desde lejos con un lanzamiento que se iba fuera por muy poco.

Para entonces ya el Bilbao Athletic había tenido una a la contra que fue al palo y después atajó Aulestia.

Los amarillos aún creían en sus posibilidades y en poder forzar la prórroga, pero el cronómetro marcaba ya el final del partido. Entonces, y con todo el Cádiz volcado, el Athletic tuvo otra contra letal y esta vez Salinas no perdonó.

El 1-1 subió al marcador y el árbitro señaló el final de un encuentro que debió haber acabado de otra manera.

Fuente: cadizcf.com

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