miércoles, 30 de octubre de 2024

COPA DEL REY - 1ª ELIMINATORIA

 REAL JAÉN 0 - CÁDIZ 3

PLÁCIDO ESTRENO COPERO


REAL JAÉN: Javi Sánchez, Sergio Fernández, Mauro, Pedro, Manuel Fernández, Juan Cámara (Migue García 65'), Juanma Porro, Adri Paz (Awusi 46'), Mario Martos (Curro 46'), Carlos Fernández (Javi Moyano 73') y Somavilla (Agus Alonso 73').

CÁDIZ: José Antonio Caro, Zaldua, Fali, Glauder, Julio Cabrera, Fede San Emeterio (Kouamé 70'), Escalante (Alarcón 46'), Iván Alejo, De la Rosa (Roger Martí 70'), Sobrino (Ontiveros 62') y Mwepu (Chris Ramos 62').

ÁRBITRO: Ais Reig (valenciano). Amonestó a Adri Paz por el Real Jaén y a Fede San Emeterio y Julio Cabrera por el Cádiz. Expulsó a Curro (59') por roja directa.

GOLES: 0-1 Sobrino (2'), 0-2 Alarcón (68'), 0-3 Ontiveros (69').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 1ª eliminatoria de la Copa del Rey disputado a partido único en el Nuevo estadio de La Victoria ante unos 7.400 espectadores.




CRÓNICA: El Cádiz CF ha pasado plácidamente la primera eliminatoria de la Copa del Rey tras superar claramente al Real Jaén. Los amarillos encarrillaron antes del primer minuto y sentenciaron en apenas un minuto en la segunda mitad.

El conjunto amarillo era claro favorito por su condición de equipo de superior categoría y teórica mayor calidad, esta vez sí, lo ha demostrado claramente. Y, en una noche de buenas noticias para los de Paco López, han sumado por primera vez esta temporada dos partidos seguidos ganados. Y otra portería a cero.

El entrenador del Cádiz, Paco López, le ha dado la oprtunidad a Julio Cabrera en el lateral zurdo, pero por contra parece no contar con Tomás Alarcón. El chileno no ha entrado en el once y parecía una buena oportunidad para que recuperara ritmop y acumulara minutos tras su lesión. En ese tipo de lecturas se puede encontrar también la presencia de Fali y Glauder en el titular, que da a entender que el técnico cadista seguirá apostando en Liga por la pareja Chust-Kovacevic. El preparador cadista volvió a apostar de inicio por un 4-2-3-1, con Mwepu arriba.

El Cádiz dio la sensación de ser superior a su rival durante la mayor parte de este primer acto, en el que apenas han sufrido atrás y han parecido controlarlo con cierta comodidad. Los amarillos salieron a no dejarse sorprender y en la primera opción que tuvo se puso por delante. Tras una recuperación, en la primera jugada de ataque cadista, Sobrino adelantó a los amarillos en la segunda ocasión. No se había cumplido aún el primer minuto y, tras un remate de Alejo, Zaldúa la puso al segundo palo para que entrara el manchego de cabeza.

No fue la única, pasados el minuto 4 un centro de Alejó lo remató Mwepu de cabeza y tras dar en el larguero, el meta Javi Sánchez pareció sacarlo de dentro. Como en estas alturas de competición no hay VAR ni inventos de ese tipo y el asistente no quiso saber nada, el choque siguió como estaba.

Los amarillos tuvieron unos minutos más de, al menos, dominio y acercamientos, pero no consiguieron ampliar el resultado y que subiera al marcador del Nuevo Estadio de la Victoria. A partir del ecuador, el Jaén, que había acusado el tanto en el arranque, volvió al choque y equilibró algo el juego. Al menos en presencia cerca de la portería de Caro, titular en la Copa.

Pese a la presencia del balón en ambas áreas, sí se mascaba la mayor calidad cadista y que en cualquier momento podía ampliar el marcador. Sobrino estuvo cerca en el 38, pero en su recorte en el área se topó con el cuerpo de un zaguero local.

Los locales salieron a tratar de igualar en los compases iniciales, pero el Cádiz trató de frenar el ímpetu local a base de algo más de toque. Y en una acción elaborada por todo el equipo cadista un centro de Julio Cabrera acabó en los pies de Mwepu, que tras un control se quedó solo ante Javi Sánchez, pero su disparo se marchó alto.

Poco después prácticamente se acabó la eliminatoria. El recién entrado Curro le soltó el brazo a De la Rosa y Ais Reig lo vio, mostrándole la roja directa. El minuto 60 y ya poca más opción tuvo el Jaén. Paco López empezó a dar entrada a teóricos titulares y, con uno más en el césped, el Cádiz cerró el choque en un abrir y cerrar de ojos.

Primero, una buena opción del ataque por la derecha acabó con un taconazo de Chris Ramos a Alarcón, cuyo disparo mandó dentro un defensa que pretendía despejar. Nada más sacar de centro, Ontiveros le robó el esférico al otro central y superó con calidad y facilidad a Javo Sánchez en su salida.

Con todo decidido, el técnico cadista dio entrada a Roger Martín, que reaparecía después de casi dos meses, en otra buena noticia. Chris Ramos y Javi Ontiveros pudieron redondear la noche, pero Javi Sánchez les negó el cuarto en dos buenas intervenciones.

El Cádiz, pues, sigue adelante en una competición que en los últimos años en Primera le estaba suponiendo un marrón más que otra cosa. Los amarillos han superado la primera parte de la trampa de la Copa, ahora, habrá que ver si no supone una distracción para lo importante: salir de la parte baja de la tabla de LaLiga Hypermotion. Primera escala, el sábado en Gijón.

cadizdirecto




martes, 29 de octubre de 2024

 EL CÁDIZ SALE DEL DESCENSO TRAS SU VICTORIA ANTE EL OVIEDO

JORNADA 12: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN






lunes, 28 de octubre de 2024

 PACO LÓPEZ DA DESCANSO A VARIOS TITULARES HABITUALES

CONVOCATORIA DEL CÁDIZ PARA LA COPA



Paco López ha dado a conocer la lista de convocados para el encuentro de la primera ronda de Copa del Rey que enfrentará a los cadistas con el Real Jaén en el Nuevo Estadio La Victoria el martes, 29 de octubre, a partir de las 21:00 horas.

David Gil, Zaldua, Fali, Rubén Alcaraz, Fede, Sobrino, Roger Martí, Iván Alejo, Kouamé, José Antonio Caro, Kovačević, Mwepu, Chris Ramos, Escalante, Matos, De la Rosa, Tomás Alarcón, Ontiveros, Glauder, Julio Cabrera y Marco Viciana.

Se quedan fuera de la lista: Víctor Chust, Álex Fernández, Brian Ocampo, Iza Carcelén, Carlos Fernández y Melendo.

cadizcf.com

 IMANOL IDIAKEZ Y JON PÉREZ BOLO HAN SIDO DESTITUIDOS ESTE LUNES

DEPORTIVO Y BURGOS CAMBIAN DE ENTRENADOR



El RC Deportivo anunció este lunes que Imanol Idiakez no seguirá como entrenador del primer equipo blanquiazul.

Idiakez llegó al banquillo del Deportivo en el verano de 2023 y en su primera temporada llevó al club de vuelta a LALIGA HYPERMOTION después de varios años fuera del fútbol profesional. Sin embargo, el arranque de temporada de los gallegos no está siendo el deseado y una racha de cinco partidos sin ganar ha dejado al Deportivo en puestos de descenso en LALIGA HYPERMOTION.

El club todavía no ha anunciado quién sustituirá a Idiakez en el banquillo.

Igualmente, Jon Pérez Bolo ha dejado este lunes de ser entrenador del Burgos CF. La derrota sufrida el pasado fin de semana por 1-0 ante el Elche CF ha sumido al club en una racha negativa de seis partidos seguidos sin ganar, y ha precipitado la decisión del club.

Bolo llegó al banquillo del Burgos CF en mayo de 2023, y fue el encargado de dirigir al club durante la pasada campaña, en la que el conjunto burgalés luchó hasta las últimas jornadas por meterse en los play-off de ascenso a LALIGA EA SPORTS. Esta campaña, sin embargo, las cosas no marchan tan bien para el club, que ocupa la 16ª plaza de la clasificación de LALIGA HYPERMOTION con cuatro puntos por encima de los puestos de descenso.

La Dirección Deportiva, compuesta por Miguel Pérez Cuesta “Michu” y Óscar Río, se hará cargo de la dirección del primer equipo del Burgos de forma interina.

laliga.com

 LA CRÓNICA DE VERA LUQUE

SOBREVIVIENDO BAJO LA LLUVIA 



Pragmatismo al poder. El Cádiz fue a por la victoria como cuando uno baja al Todo a 1 Euro de la esquina a por ese destornillador concreto que necesitas porque te ha surgido un desavío en casa. Habrá mejores destornilladores y mejores tiendas donde comprarlo, pero la necesidad impera.

Así que desavío superado y el resto de discusiones tácticas para otro día, si acaso. Que lo mismo, en eso consiste la categoría. En ir superando desavío tras desavío, sin tener por qué implementar un modelo de juego que cambie la historia, o que deslumbre al aficionado hasta el punto de ser indiferente ante el marcador porque lo estético impere sobre el resultadismo.

A medida que se van bajando pisos en las categorías futboleras, el hambre del fan se amaina con el resultado muchísimo más que con la perfecta sincronía entre la pizarra del entrenador y lo que se vea en el césped. Ojo que si las dos cosas van de la mano, mejor que mejor. Pero ante la ineficacia de la pelotita jugada desde el área chica, bienvenido sea el pase en largo si de esa forma se ahuyentan los fantasmas del desliz defensivo. Y esa fue la sensación de lo que ocurrió el otro día. Que había que sacar el partido para adelante de la forma que sea, y se sacó. Y se consiguió lo que hacía tiempo que no ocurría: que en el camino a casa, los cadistas lleváramos la sonrisa encajada, a pesar de ir con los pies chorreando.

Quizás esos cadistas fueran otro de los factores que generaran esa actitud de los futbolistas para con el partido, subidón de adrenalina mediante, el cual provocó ese plus de fondo físico hasta el final del partido, asunto pendiente desde el minuto 1 del primer partido de la temporada. Y no precisamente porque percibieran el apoyo incondicional, sino más bien una presión poco frecuente por estos lares en los últimos años. La semana pasada fueron despedidos al grito de “mercenarios”, preludio de otro tipo de actos más desagradables, sino que se lo pregunten a Güiza y al dinero que se dejó en un túnel de lavado dos o tres meses antes del ascenso en Alicante.

El aliento de la grada en el cogote de los jugadores activó el orgullo del vestuario. A veces, es bueno que el graderío demuestre cierto ambiente hostil, o cuanto menos crítico. Lo de animar, animar y animar sin recibir nada a cambio (o sólo disgustos) resulta casi insultante para el que se sienta en la grada, que al fin y al cabo, es consumidor de un espectáculo que su dinero le cuesta, y como tal, le ampara el derecho a mostrar su disconformidad con lo que le están vendiendo. Es el aficionado el que, desde tiempos inmemoriales, ejerce de soporte financiero de este show de masas mundial que es el fútbol.

Por lo que sea, la industria del balompié se nutre de la pasta que el currito se gasta en abonos, entradas que se cotizan a euro por minuto de partido por ver a equipos de segunda categoría, ventas de camisetas que pasan de moda al año a precio de trajes de chaqueta para la boda de tu primo, suscripciones a canales televisivos (y cuidadín que te multan si te vuelves un bucanero de las ondas),etc… Y partir de ahí, viene todo lo demás.

Si los millones de picados de esto dejáramos de invertir nuestra guita en el fútbol, el negocio se iría desmoronando como un castillo de naipes… pero no se apuren que esta catastrófica y apocalíptica situación sólo ocurre, si acaso, en guiones hollywoodienses rollo Shyamalan. De ahí, que los aficionados, aunque no marquemos goles, ni firmemos autógrafos, como parte activa de este universo del balón nuestro peso tenemos, y bastante materialista. Que no todo es pasión, y sentimiento. Costándonos los jurdeles, manifestarnos y reclamar es legítimo, como todo hijo de vecino cuando va a comprarse una camisa y viene con un lamparón de fábrica.

Manifestarnos y reclamar a directivos… y también ¿por qué no?, a jugadores que creemos que no lo hacen bien. Por eso no está de más por parte de los protagonistas en el césped un poquito de respeto a los que te pagan. Que aunque piensen que el pagador es el magnate de patinillo de turno, resulta que de manera primigenia, y en lo más profundo de su génesis, el sueldo del futbolista parte del bolsillo del hincha. Y por eso, si de nueve asignaturas, suspendes ocho, no hinches el pecho por la única que has aprobado. Se agacha el coco, y se sigue currando para sacar el curso adelante. Y si encima ni estabas jugando, pues peor me lo pones.

Desahogos propios y ajenos aparte, lo que ahora toca es confiar en que el pasado sábado, bajo la lluvia, comenzó la reconquista. La categoría es igualada como ninguna, pero eso tiene su puntito bueno, y es que en una reacción supersónica de tres o cuatro partidos seguidos mangando, te pones arribita. Todos anhelamos que el asunto se vaya enderezando, que las victorias empiecen a superar a las derrotas, y que el posicionamiento en la tabla se corresponda con una zona algo más tranquila desde donde las vistas den más a la azotea que a la alcantarilla.

Quizás dos semanas de exilio mirandillero no vengan mal, aunque tengamos que visitar por seguido campos complicadetes. Dejar que se limpie la atmósfera, y retornar a mediados de noviembre con unos cuantos puntitos recolectados en el minitour norteño de esta primera quincena que se avecina sería lo suyo. Falta hace.

cadizdirecto

domingo, 27 de octubre de 2024

LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 12

 CÁDIZ 2 - OVIEDO 0

POR FIN LLEGÓ LA PRIMERA VICTORIA EN CASA


CÁDIZ: David Gil, Iza Carcelén, Kovacevic, Víctor Chust, Matos, Rubén Alcaraz, Kouamé (Zaldua 85'), Ontiveros (Sobrino 68'), Brian Ocampo (Fede San Emeterio 85'), Mwepu (Chris Ramos 60') y Carlos Fernández (Escalante 68').

OVIEDO: Aaron Escandell, Lemos, Luengo, Dani Calvo, Alhassane, Alberto Del Moral (Cardero 60'), Colombatto, Moyano (Hassan 54'), Ilyas Chaira (Masca 71'), Cazorla (Sibo 60') y Alemao (Paraschiv 71').

ÁRBITRO: Galech Apezteguía (navarro). Amonestó a Alhassane y Sibo por el Oviedo.

GOLES: 1-0 Iza Carcelén (45'), 2-0 Chris Ramos (86').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 12ª jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 13.899 espectadores.




CRÓNICA: El Cádiz CF ha sabido leer y ganar un partido típico de Segunda ante el Real Oviedo. Los amarillos han sabido en este encuentro leer el partido y darle al choque lo que pedía en casa momento. Pese al gol anulado, lo amarillos, no se han desconectado y han logrado ganar su primer partido en casa del curso.

Un partido marcado por las protestas de la afición cadista contra la gestión al frente del club (que la megafonía del estadio ha tratado de taponar con música hasta casi el saque inicial) y por la lluvia que ha caído en bastantes compases. Pero también por el poco, poquísimo fútbol que se ha visto, un choque muy típico de segunda.

El entrenador del Cádiz, Paco López, ha completado las rotaciones que avisó que haría en estos tres partidos en menos de una semana que ha jugado el cuadro cadista. Ha dejado en el banquillo a uno de los dos jugadores que hasta ahora habían sido titulares en todos los encuentros, Chris Ramos (ya solo queda Chust), dando entrada por primera vez a Mwepu en el once inicial. David Gil ha vuelto a la portería y Kovacevic se ha mantenido en el once.

Y esta vez los amarillos han hecho un partido bastante completo. Completo en cuanto a que no ha habido las preocupantes y peligrosas desconexiones a las que está acostumbrado el conjunto cadista a su afición, porque el juego tampoco ha sido brillante. Ha sido continúo en intensidad y atención. Ha sido, en definitiva, un choque de segunda división.

Fruto de esa continuidad y presencia en el choque, los amarillos solo han concedido solo cuatro remates a su rival, uno de ellos entre los tres palos. Y eso que el Oviedo llegaba en un gran momento y cuarto en la tabla, lo que dice más aún de la seriedad de los de Paco López hoy.

Los amarillos no han tenido más posesión que el rival esta vez porque han ido por delante todo el segundo tiempo (y los cuatro minutos de añadido del primero). Y no han necesidad hacer más faltas que su rival para controlar los ataques del contrario y para haber dado, la mayor parte del choque, la sensación de cierto control y, sobre todo, que sabía a lo que jugaba. Básicamente, a lo que pide la Segunda división como punto de partida: intensidad, concentración  contundencia en el área.

En la primera mitad se ha notado lo que se jugaba el Cádiz, que parecía más preocupado por no cometer errores atrás que por ir más a por el partido. El Oviedo, mientras tanto, daba la sensación de querer jugar con los nervios y la ansiedad por ganar que le aparecerían al Cádiz.

Y así, el choque transcurrió sin muchos sobresaltos. Hasta la última media hora no llegaron ocasiones reales. Primero con una de Alemao, que Iza logro desviar por encima del larguero (de esos balones que pueden ir a cualquier sitio). Y con el primer acto expirando, el propio Iza marcaba para reivindicarse de los silbidos que se habían escuchado en la grada en alguna acción suya. Dos acciones del portuense en los minutos finales ponían al Cádiz por delante.

En la reanudación el cuadro carbayón salió dando dos pasos adelante. De nuevo en los compases iniciales de un segundo tiempo, el Cádiz sufría. Pero está vez, los de Paco López no se salieron del choque y trataron de darle cloroformo al arranque visitantes en el segundo acto. Y lo consiguieron.

Poco a poco, el juego se equilibró y Paco López buscó otras alternativas con los cambios, que incluyeron variación de sistema. Curiosamente el 1-4-2-3-1 con el que buscó empatar el choque del miércoles ante el Éibar valía para tratar de cerrar el choque ante el Oviedo.

Los amarillos pudieron ampliar su ventaja si el VAR no hubiera intervenido para hacer ver al colegiado que un choque entre dos jugadores mientras uno protegía el balón era falta. El tanto de Alcaraz no subió al marcador, pero el Cádiz no se descompuso.

Al revés, le supo dar al ese plus de motivación. Paco López optó por reforzar el doble pivote con el que ya jugaba con Fede San Emeterio y la banda derecha doblando el lateral y colocando a Zaldúa por delante de Iza.

Pero no dio tiempo a ver cómo funcionaba realmente esa opción a la hora de ir a por el segundo gol, ya que la primera jugada con ellos en el campo, esta vez sí, el segundo gol cadista que parecía sentenciar el choque. Primer gol de acción a balón parado (sacado por Alcaraz) y primer gol de la temporada de Chris Ramos en casa.

Parecía porque con este Cádiz y sus salidas de los partidos nunca se sabe. Pero esta vez se vio al Cádiz más enchufado. Los amarillos no concedieron, se armaron bien atrás y mantuvieron un resultado que les da tres puntos muy importantes, pero sobre todo, algo de tranquilidad y mucho oxígeno.

Además, hubo una especie de reconciliación entre la grada y la plantilla, que salió mal parada de la última derrota en casa cuando la afición atacó a todo. Esta vez les ha reconocido el esfuerzo y la entrega y volvieron los cruces a aplausos al final del choque. Pero ese esfuerzo y entrega, que como el valor en la antigua mili, se le supone a todo profesional, no vale de nada si el equipo se sale de los partidos.

Esta vez no ocurrió, el Cádiz sumó sus primeros tres puntos y, por ahora, Paco López también parece respirar. De momento, han ganado tiempo él y el equipo. Al menos, una semana más para seguir puliendo y retornar a esa senda de la mejora que pasó a pasos atrás desde la derrota con el Eldense.

Una victoria la de hoy que puede devolver parte de la calma en el seno del plantel y en el entorno. Ojalá sea el primer paso. Al menos, el primer paso hacia la tranquilidad. Queda mucho por mejorar. Y mucho por sufrir.

cadizdirecto




viernes, 25 de octubre de 2024

EL CÁDIZ SE HUNDE EN DESCENSO Y PIERDE UNA POSICIÓN MÁS

JORNADA 11: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN







jueves, 24 de octubre de 2024

LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 11

EIBAR 1 - CÁDIZ 0

SIGUE LA CAÍDA LIBRE


ÉIBAR: Fuzato, Corpas, Carrillo, Chema, Arrillaga, Sergio Álvarez, Matheus, Puertas (Jorge Pascual, 56'), Merquelanz (Alkain, 68') Toni Villa (Madariaga, 68') y Bautista (Nolaskoain, 81').

CÁDIZ: Caro, Zaldua, Víctor Chust, Kovacevic, Glauder, Fede San Emeterio (Kouamé, 68'), Escalante, Iván Alejo (Ontiveros, 57'), De la Rosa (Brian Ocampo, 57'), Sobrino (Melendo, 76') y Chris Ramos (Carlos Fernández, 57').

ÁRBITRO: Lax Franco (murciano). Amonestó a Carrillo, Puertas y Chema por el Éibar y a De la Rosa, Iván Alejo, Fali (en el banquillo), Ontiveros y Kouamé por el Cádiz.

GOL: 1-0 Corpas (30').

INCIDENCIAS: Partido de la undécima jornada de Liga disputado en Ipurua ante 5.100 espectadores.





CRÓNICA: El Cádiz CF sigue en caída libre. Y lo peor es que parece no ha tocado fondo. Ante la SD Eibar ha vuelto a ser un equipo poco reconocible. Y no solo por la revolución en el once inicial que realizó Paco López. Pero la descomposición de este Cádiz ya no es transitoria.

Un punto de los últimos doce disputados y cero sensación de recuperación han convertido el bache en un lío gordo para la entidad, que también ha puesto de su parte para que en el plano deportivo vaya todo de mal en peor. Pero es que este Cádiz no funciona. Hubo un atisbo de mejoría hasta la victoria en Cartagena, pero desde ahí, un retroceso imparable.

Y eso que el entrenador del Cadiz, Paco López, ha optado en este encuentro por mover el árbol a ver si con cambios en el once inicial el equipo reacciona. Pero hasta ahora, nada. El técnico del Cádiz ha incluido hasta nueve caras nuevas en el once respecto al que alineó el pasado domingo ante el Racing de Santander. Había advertido que habría rotaciones, pero una revolución de nueve cambios de once es, al menos, complicada. Y más en la situación en la que está el equipo y el propio Paco López.

Tras las declaraciones de ayer en su previa, no parecía que iba a haber tantos cambios. Nadie lo podría imaginar, de hecho. Cierto es que, como ya publicamos el domingo, Ipurua parece un campo idóneo para que debute un central de 1,93 metros de altura, como Kovacevic. O que Paco López ya dijo que no tenía portero titular y que habría cambios. Pero otras rotaciones, como la alineación de Glauder como lateral izquierdo, o la presencia en el once de Alejo ante uno de sus ex equipos es significativa.

Los cambios le dieron otro aire al Cádiz, pero apenas cinco minutos. A partir de ahí, de nuevo, un equipo que sabe a lo que juega y sabe cómo se juega y cómo hay en segunda. Y más en este tipo de campos, como el de Ipurua. El Eibar no ha sido, ni mucho menos, brillante. Ha sido eficiente, eficaz. En las dos áreas. Sin complicaciones atrás y aprovechando lo poco que ha tenido arriba.

Pero la sensación es que el partido ha estado siempre donde quería el equipo armero y que se jugaba a lo que querían los de Joseba Etxeberria. El Cádiz lo intentaba, unos más que otros, pero no sale nada. Es un equipo demasiado plano y previsible. Y para colmo, le cuesta un mundo hacer un gol y encaja con muy poco.

Y eso que, de inicio, la revolución en el once le salió bien al técnico. El Cádiz salió más enchufado y al minuto y medio de juego, Escalante tuvo una buena ocasión que desvió el muslo de un defensa cuando iba bien dirigido a portería. La inercia le dio unos buenos minutos a los amarillos. Pero pronto se equilibró el juego, con una ocasión de Toni Villa que despejó el debutante Kovacevic.

El choque entró en unos minutos igualados, sin que ocurriera gran cosa en ninguna de las dos áreas, pero con la sensación de mayor control local. Hasta que en el 32 una acción del ataque acabó con Antonio Puertas controlando muy solo en la frontal, y se la puso a la incorporación del lateral Corpas. Su disparo se coló entre las piernas de un Caro que no termina de tener fortuna en el Cádiz.

El equipo amarillo acusó el golpe, y durante unos minutos se descompuso. El Eibar tuvo un par de oportunidades en este tramo, pero el cuadro armero no estuvo afortunado en el remate y dejó vivo al Cádiz, que llegó al descanso sin más daños.

La segunda parte comenzó de manera diferente que el primer acto. Pese a ir por debajo en el marcador, el cuadro amarillo no salió con más presencia en el juego. Más bien al contrario. El Eibar tuvo los primeros acercamientos, mientras que el Cádiz lo intentaba casi con el piloto automático. Demasiado poco. Y no es algo de este partido.

Paco López tiró entonces del arsenal que parecía había guardado en el banquillo para tratar de llegar a los minutos finales con el marcador inicial o en ventaja. Ahora tenía que usarlo para tratar de rascar algo. Dio entrada de una tacada a Ontiveros, Ocampo y Carlos Fernández. Tras unos minutos Kouamé fue el que saltó al campo y finalmente Melendo (al que sigue sin vérsele). Incluso cambió el dibujo para tratar de buscar una nueva variante. Pero nada.

Solo una buena ocasión en un balón que descolgó Carlos Fernández para que Escalante disparara desde la frontal en el minuto 65. Entre el defensa y el portero la enviaron a córner y el Cádiz no volvió a tener otra. Mucho balón colgado y mucho juego horizontal. Ontiveros que la quería o Ocampo que lo intentaba, pero nada más. De las intentonas de Ontiveros, que recibía muy lejos del ataque y tenía que intentar regatear, llegaron dos buenas contras del Eibar en los compases finales que podían haber hecho más duro el castigo.

El Cádiz CF se hunde. Ya lo estaba, ya lo está, pero lo hace cada vez más. Y parece que su técnico no termina de encontrar la salida a esta dinámica y queda cada vez más demostrado que lo que le dio el lcub no era lo que él quería ni en número, ni perfiles, ni calidad. Son once partidos sin encontrar un patrón de juego, una dinámica. Las culpas comienzan a repartirse entre todos los niveles.

A principios de temporada parecía que era la entidad la que no había acertado en la confección de la plantilla. Ahora, también parece que esta plantilla no es para este técnico. Y mientras, la competición avanza y el Cádiz sigue abajo. De momento, ha perdido otra posición en la tabla y duerme tercero por la cola antes de que acabe la jornada. ¿De verdad que no se va a recuperar el discurso a todos los niveles de que el objetivo es sumar 50 puntos? Experiencias de estas de caer de Primera al pozo de Segunda B (ahora Primera RFEF) sabe el Cádiz mucho. Y la pérdida de identidad del club, el nefrascarse en peleas extradeportivas y el mirar para otro lado siempre estuvo en esos batacazos. Esta campaña aún se está a tiempo de salvarla.

cadizdirecto




martes, 22 de octubre de 2024

EL CÁDIZ ENTRA EN DESCENSO TRAS UNA NUEVA DERROTA

JORNADA 10: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN









 LA CRÓNICA DE VERA LUQUE

ALABANZA A LA INGENUIDAD



“Mis coplas son villancicos, de tanta, tanto y tanto repetir…” cantaban en un pasodoble Los conquistadores de la Trastienda de Casa Crespo. Eso son las crónicas deportivas cada domingo cuando del Cádiz se trata. Un interminable villancico que se reitera y se reitera desde hace un año, y del cual es imposible escapar. Una música machacona que se repite en la cabeza de uno y cada uno de los que ocupamos nuestra butaquita sin solución para el cambio.

Va para más de un año volviendo a casa con la frente marchita, negando con la cabeza porque no nos creemos que el desastre se generalice a todos los estamentos del club, desde arriba hasta abajo, desde el trono presidencial hasta el inexperto recogepelotas que con la máxima buena fé del planeta envía el balón al campo cuando no correspondía. Y a nosotros, los aficionados, no nos queda otra que ser los testigos accidentales del certificado de defunción que parece estar rellenándose poco a poco desde finales del verano del 2023.

Suerte tienen los que están aplicándole al club esta inyección letal, de que la masa se limite al sonoro enfado, y que la ofuscación se difumine tal y como se cruzan las puertas del Estadio para tomar el camino de regreso. En otros tiempos o lugares, la indignación se hubiera prolongado, y a las cinco de la tarde la Plaza de Madrid no hubiera sido el triste desierto que era ayer. No se confundan. No llamo a la Intifada Cadista. Describo lo que ocurre.

Nadie quiere containers rodando por la Avenida, ni imágenes vergonzosas abriendo informativos. Yo tampoco lo quiero, y me reventaría que fuera por el fútbol, en lugar de que la peña actuara por los indignos veinte días que dan para una cita en el Centro de Salud. Pero eso no deja que la situación se torne por momentos más propicia para que surja esa irracionalidad que sólo el fútbol provoca en las muchedumbres, y ocurra una tontería que, maldita sea, abra los informativos, la afición quede retratada, y los verdugos acaben siendo las víctimas. Ajolá que no.

Ontiveros es ese vecino que llega nuevo al bloque, y desconoce el clima de mierda que existe en cada reunión de la Comunidad. Demuestra buena voluntad por adaptarse y en su ingenuidad no sabe que del Tercero B está denunciado por el del Ático, y que la del Bajo C estuvo a punto de meterse mano con la del Primero A en una de las últimas reuniones. En el campo, Ontiveros, ingenuo, pide la pelota, corre, dispara, regatea intentando resolver la papeleta, mientras no se cosca de la cuadrilla de muertos vivientes que lo acompañan deambulando sobre el césped.

Parece vacunado contra el virus de la indolencia que infecta a casi todos sus compañeros de vestuario. Ocampo, corre y corre la banda, y a pie cambiado llega hasta el fondo, y la pone, pero nadie le coloca la guindita al pastel que con tanto empeño ha ido fabricando como casi único referente pegado a una de las líneas del campo, en esa ineficaz asimetría con la que el equipo juega (¿juega?), mejor dicho, se dibuja en la pizarra.

Kouamé se adueña de la pelota, y la entrega bien nueve de cada diez veces. Es responsable de custodiar el esférico el tiempo que lo tiene, asunto que domina. Y a la hora de soltarlo, lo reparte a quien debe, y como debe. Lo que pasa con la pelota cuando la entrega está realizada, no es responsabilidad suya. Y lo que pasa es que la pelota se pierde en el limbo. Estos tres señores, más Alarcón y De la Rosa por aquello de la duda de saber qué pasaría si contaran con más minutos, son los únicos que en enero deberían estar aquí. A los veinte restantes habría que cambiarlos por veinte nuevos y a ver qué pasa. Al Carapapa le salió bien cuando la movida de echar a un montón de gente y montar la comparsa en quince días. Lo mismo nos sale bien. Quién sabe.

Fuera sarcasmos y exageraciones propias del desánimo acumulado, sabemos de sobra que eso no pasará. Es más, dudo categóricamente de una renovación gorda de plantilla cuando se abra el mercado navideño. Póngase a buscar en el cambalache de enero a futbolistas que estén dispuestos a enrolarse en un club revuelto de arriba a abajo, en caída libre y con un plantel viciado en el fracaso caminando por una estrecha cornisa llena de cáscaras de plátanos en lo alto del Empire State Building. ¿Quién se quiere apuntar a la fiesta?

Me temo que este vestuario llegará casi al completo y sin muchas novedades hasta junio. Y el caso es que tengo la impresión que hay futbolistas que a título individual lo harían bien en otros sitios. Que lo que falla, fíjate, es cuando se juntan. Que como bloque, esta gente lo mismo algún que otro partido lo salvan, pero que una temporada entera en condiciones es inviable. Lo llevamos viendo mucho tiempo ya, y poco se ha hecho para enmendarlo.

El cambio se hará, tarde o temprano, pero en el banquillo, que será ocupado por el cuarto inquilino en lo que va de año 2024. Eso, o nos espera un resurgimiento a partir del miércoles en Ipurua que sería digno de ser catalogado como milagro bíblico (permítanme tener poca fé en ello). Un cuarto inquilino, del cual se habla desde hace tiempo, el cual se reclama en la grada, y al cual se recurre como a la Virgen de la Palma en el maremoto. Tan deseable, como imposible me parece a mí.

El mismo que a estas alturas en el 2018, con el equipo en descenso, pulsaba la combinación de teclas adecuadas para que el equipo ganara siete partidos seguidos y se metiera arriba. Hay quien espera la segunda llegada al mundo del Mesías, tras su despedida infame y el mamoneo judicial posterior. Y esto me hace pensar, que lo mismo en fútbol no, pero en ingenuidad, tenemos más Champions que el Madriz.

cadizdirecto

domingo, 20 de octubre de 2024

LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 10

 CÁDIZ 0 - RACING 1

EL LÍDER ACABA DESQUICIANDO A UN CÁDIZ EN DESCENSO


CÁDIZ: David Gil, Iza Carcelén (Iván Alejo, 69'), Fali, Víctor Chust, Matos, Rubén Alcaraz (Escalante, 69'), Kouamé (Melendo, 80'), Ontiveros (Mwepu, 85'), Brian Ocampo, Carlos Fernández y Chris Ramos (Sobrino, 85').

RACING: Ezkieta, Michelin (Sangalli, 43'), Castro, Montero, Mario García, Vencedor, Aldasoro, Rodríguez (Karrukaburu, 67'), Andrés Martín (Carrascal, 88'), Iñigo Vicente (Iñigo Sáinz, 88') y Arana (Suleiman, 67').

ÁRBITRO: Arcediano Monescillo (castellano-manchego). Amonestó a los locales Rubén Alcaraz (15'), Iza Carcelén (49'), Chris Ramos (52'), Víctor Chust (94'), Iván Alejo (96') y Fali (97'), y a los visitantes Michelin (18'), Castro (59') y Suleiman (96').

GOL: 0-1 Arana (56').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la décima jornada de Liga disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 15.545 espectadores.




CRÓNICA: Seis partidos sin ganar son demasiados. El Cádiz CF volvió a tropezar con la misma piedra y no sólo no se quedó sin vencer una vez más sino que además añadió una nueva derrota a su calamitosa dinámica en casa (y en general) en otra tarde para olvidar. Cayó (0-1) ante el Racing de Santander que demostró el oficio que le lleva a ser un líder sólido con una impresionante racha como visitante con cinco victorias en otras tantas salidas.

Los amarillos naufragaron por enésima vez fruto de un cóctel letal de endeblez futbolística y mental con el histerismo como elemento añadido. No caben más excusas. Esto es un desastre, una secuencia interminable de fiascos. Para no perder costumbre, los errores facilitaron el triunfo de un Racing que sacó petróleo de su fulgurante arranque de la segunda parte para cobrar una ventaja que supo administrar con eficacia. Los locales se mostraron impotentes y se ganaron a pulso un nuevo varapalo. Su inexplicable desconexión al comienzo del segundo acto acabó costando carísimo. Ni un mísero punto y un peligros coqueteo con la zona de descenso, con los jugadores y el entrenador en la picota.

Paco López volvió a arriesgar con una alineación con una vocación netamente ofensiva, sin un pivote defensivo y con dos puntas. Realizó dos modificaciones, ambas en la zaga, con la inclusión de Fali y Matos. Un 4-4-2 de inicio con una presión asfixiante arriba. La idea era que se jugase la mayor parte del tiempo en la parcela del contricante. El primer avisó llegó en el minuto 3 con una internada y posterior centro de Brian Ocampo con cabezazo fuera de Carlos Fernández. En el 6 quien remató con la testa fue Chris Ramos con la pelota a las manos de Jokin Ezkieta.

El Cádiz CF salió a morder con un ritmo frenético difícil de sostener. Atacó con juego posicional y al contragolpe porque el Racing también buscó la portería contraria. En el 10, una buena acción de Chris Ramos dentro del área terminó en saque de esquina tras golpear el esférico en un zaguero después de su derechazo.

Las sensaciones no podían ser mejores en un prometedor arranque con Kouamé como jefe de la medular y Ocampo desatado por la izquierda. La cuestión era si los locales iban a ser capaces de aprovechar su momento.

La ocasión más clara en los veinte minutos iniciales la puso el visitante Andrés Martín con un remate en el interior del área que sacaron entre David Gil y Fali. Los foráneos se fueron soltando tras aguantar el asedio en el comienzo y el duelo ganó en el equilibrio. En el 23, los jugadores del Racing reclamaron penalti con insistencia por una supuesta patada de Iza Carcelén a Castro dentro del área. Ni el colegiado ni desde el VAR apreciaron nada punible.

Aparecieron los nervios y con ellos numerosas interrupciones por faltas de un bando y otro. En el 29, el árbitro se comió un clarísimo empujón sobre Carlos Fernández cuando se disponía a tirar. Los locales no pararon de intentar en ataque y en el 33 no marcaron de milagro cuando, con el guardameta ya batido, Mario García despejó el cuero en línea de gol tras un remate a bocajarro de Carlos Fernández después de una jugada de fantasía de Brian Ocampo. Replicó de inmediato Pablo Rodríguez delante de David Gil pero con la pelota al lateral tras disponer de poco ángulo en su disparo.

Después de haber ido de más a menos, el Cádiz CF apretó en busca de un gol que le otorgase ventaja en la recta final de la primera parte. No lo consiguió. Conectó pases arriba pero le faltó definir. Quien estuvo a punto de marcar fue Marco Sangalli en la prolongación con un potente tiro y el balón repelido por David Gil. El empate a cero al descanso repartió méritos entre las dos escuadras. El encuentro se iba a resolver en una segunda mitad condicionada por el nivel frescura de los futbolistas y la aportación de los actores que saliesen desde el banquillo.

Un error de bulto de Víctor Chust nada más comenzar la segunda parte estuvo muy cerca de costar muy caro. Regaló la pelota en su zona y Andrés Martín mandó fuera solo delante de David Gil. Se salvó de milagró un Cádiz CF que se vio sorprendido por la salida en tromba de un Racing que presionó y robó arriba y metió atrás a los de casa.

El líder de la Liga se envalentonó hasta tal punto que el Cádiz CF se hizo pequeño, se perdió en el centro del campo y fio su juego a los pases largos y aéreos en busca de los delanteros. Mientras, los errores en los pases en campo propio propiciaron acercamientos muy peligrosos de los cántabros.

Los amarillos no se enteraban nada y en el minuto 56 tropezaron con la dura realidad. Un saque de esquina mal defendido derivó en un cabezazo de Arana con el que aljo el esférico al fondo de la portería. El 0-1 fue un jarro de agua fría para la parroquia local sobre el césped y en la grada.

Trató de reaccionar el equipo anfitrión con carácter. En el 60, un inocente disparo de Ontiveros acabó con el balón entre los brazos de Ezkieta. Lo volvió a intentar poco después el malagueño, esta vez fuera.

El tanto en contra despertó a un equipo que se volcó en ataque. En el 65, Carlos Fernández tiró la pelota a las manos del cancerbero desde una buena posición nada más acceder al área en solitario.

Paco López se decidió a mover el banquillo con la entrada de Iván Alejo como lateral derecho y Escalante para oxigenar la media. Los arreones de los amarillos dependieron en buena medida de Brian Ocampo, el único capaz de desequilibrar. La consigna parecía clara: balones al uruguayo. No paró de inventar pero no encontró acompañamiento.

La precipitación aumentó con el transcurso de los minutos. Un equipo alocado que cayó una y otra vez en la trampa del fuera de juego. El preparador cadista hizo debutar a Óscar Melendo en una recta final preñada de incertidumbre cuando el partido parecía perdido no por falta de tiempo sino por la ansiedad de un Cádiz CF que no daba pie con bola. Las dos últimas cartas desde la suplencia fueron Sobrino y Mwepu en una medida a la desesperada para al menos intentar evitar la derrota.

Sobrino perdió una clara ocasión para el empate en su primera intervención (en el 86). Recibió el balón dentro del área y se quedó a medias entre un un tiro y un centro sin destino. Los útimos instantes fueron un querer y no poder. Casi no se jugó y llegó el pitido final para confirmar un nuevo fracaso.

Diario de Cádiz


martes, 15 de octubre de 2024

 EL CÁDIZ SIGUE SIN GANAR Y NO SE DESPEGA DE LA ZONA BAJA

JORNADA 9: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN






 LA CRÓNICA DE VERA LUQUE

CON LA CARA "PARTÍA" Y EL CHUBASQUERO SECO




¿Podría haber algo peor que ver en casa nuestra manifiesta incapacidad para ganar un partido? Pues sí. Creernos que somos capaces de ganarlo, ir ganándolo, y que al final no lo ganemos.

Es como regalarte esa cómoda sensación de que todo se está estabilizando, de que lo peor ha pasado… y cuando relajado en tu butaquita comienzas a esbozar una media sonrisa de satisfacción.. ¡Zas! ¡Despierta carahote! Espabila, iluso espectador, porque seguimos siendo el desastre de la semana pasada, y de la anterior, y de la otra…

Seguimos igual… o peor, porque esta vez la cara de tonto en el bus de vuelta es aún más marcada, más de tonto que nunca. Ahí iban regresando a casa esas tropas de cadistas, que se lanzaron a la calle en esa tarde perruna, con bufandas, chubasqueros industriales, paraguas romos, dispuestos a trincar la pulmonía de sus vidas bajo un aguacero digno de alerta naranja, con la amenaza no sólo de la tormenta, sino también de la pajarraca en la grada, y de algún quilombo inexplicable por mor de los muchachitos de la mano tiesa que, al parecer, dijeron que venían fascisteando desde tierras malagueñas…

Pues ahí iban de vuelta esos cadistas, con la única satisfacción de haber tenido que soportar sólo cuatro gotas, dejar aparcada la bronconeumonía, y no llegar a casa con una brecha en la frente. Maldiciendo en arameo, sin ganas de mirar la tabla clasificatoria, y preguntándose por qué nos pasa esto a nosotros, y sobre todo por qué es tan difícil ver in situ, aquí, en casa, un partido completito de los nuestros. Ni en Primera, ni en Segunda, y me temo que ni rescatando el mítico partidillo de los jueves por la tarde, lugar de reunión inexcusable para el pureteo aburrido habitante de la edad de oro cadista. Snif.

Otra pregunta ya que estamos. ¿Por qué nuestros jugadores se cansan más y antes que el resto de futbolistas del mundo mundial? Uno intenta hasta tener empatía con el futbolista que en el minuto 60 anda listo de papeles, porque proyecta su “yo” y se da cuenta, a poco que haya correteado por un césped de 105 por 70 metros, lo agotador que resulta y lo lógico de llevar la lengua fuera y tener ese dolor típico de hígado trepanado después de un ratito de trote. Pero claro, no hablamos de usted o de mí, sino de profesionales con una preparación particular y una pila de gachones al lado ajustándole las tuercas como si fueran el coche de Fernando Alonso. Y si no es así (que lo ignoro), ya están tardando en el club de ponerle un plan individualizado, personal e intransferible a Ontiveros, (u Ontíveros esdrújulo como dice el marcador, no estaría mal esta aclaración) para que nos dure a tope los 90 minutos.

No podemos permitirnos el lujo de tener al futbolista con más ingenio dentro del campo con las piernas entumecidas a la hora y poco de juego. Sean sesiones de gimnasia sueca alternas, dietas del cucurucho, masajes tailandeses, o lo que sea. Pero a éste pónganlo en órbita por favor. Lo mismo que el octavillita tiene que estar toda la semana de Carnaval a base de propóleo, gengibre y leche calentita con miel, y el postulante va al ritmo de cinco cubatas con hielo por noche carpera, Ontiveros no puede hacer las mismas sentadillas que Glauder y correr las mismos kilómetros que Zaldúa. Por poner un ejemplo.

Valga esto mismo para Ocampo, ya puestos. Que le pongan a un entrenador personal, a un asistente que le haga la comida y le lleve las bolsas pesadas. al señor Miyagui el de Karate Kid o al que haga falta. Pero que nos duren los dos los 90 minutos, por favor.

Aparte de estos dos, tenemos a uno de los mejores jugadores de la categoría, (que me da que se la queda chica) y cuidado y ojo al mercado navideño, a ver si este hombre desaparece como desapareció el Dioni con el dinero (Dioni el miguiñi, no el que marcó el gol del Málaga). Me refiero a Kouamé. Con el de Mali, los dos que te dije antes y algo más de lo que se propone en punta, de mitad para arriba somos solventes por encima de la media de la categoría, siempre y cuando anden en una forma física aceptable.

Lo chungo, y de lo que todo el mundo habla por las esquinas y las barras de los bares, es de la mitad para atrás. Tampoco desde aquí se va a aportar mucho más de lo que ya es una evidencia. Como nos pongamos a sacar numeritos y estadísticas históricas, por semana que pasa se van coleccionando records históricos de goles encajados, puntos perdidos en casa, etc…

Algún que otro abuelito que en sus años mozos vistiera la camisola amarilla, hoy respira aliviado porque entrado el siglo XXI, aparece un Cádiz que encaja más goles que el suyo, y eso que en el de blanco y negro, al fútbol se jugaba con tres defensas, cinco delanteros, pañolón en el coco y soltura en los marcajes. La base defensiva del equipo inspira un tembleque en el espectador digno del Jalogüín que se nos echa encima cada vez que la pelota merodea el área cadista.

La falta de contundencia, el descontrol, la renuncia al patapún parriba y mandar la pelota a la galaxia de Andrómeda en momentos de agobio en lugar de esa manía de colocar el cuerpo en posturitas protectoras inverosímiles, casi de lucha grecorromana, con el único fin de que el contrario no tenga acceso a la pelotita… y sobre todo, esa desconexión en muchos momentos, que provoca que finde sí, finde también, veamos a nuestro rivales meneando el esférico a su antojo en nuestra cara, como versiones actualizadas de la Brasil de Pelé, la Alemania de Matthaus, o el Milan de Arrigo Sacchi.

El sábado, gracias a la indumentaria, uno parecía ver en ciertos momentos a la Argentina actual campeona mundial. Cualquier chaval de El Palo, o de Fuengirola, se convirtió por arte de birlibirloque colorista y textil, en McAllister, Di Maria o Lautaro Martínez. Decían que en Segunda el fútbol iba a ser más divertido. Y llevaban razón. Sólo que el fútbol divertido lo hacen los otros.

cadizdirecto

domingo, 13 de octubre de 2024

LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 9

 CÁDIZ 2 - MÁLAGA 2

LOS ERRORES DEFENSIVOS ARRUINAN UN PARTIDO GANADO


CÁDIZ: David Gil, Zaldua (Fali 81'), Víctor Chust, Glauder, Iza Carcelén, Rubén Alcaraz, Kouamé, Ontiveros (Iván Alejo 72'), Brian Ocampo (Fede San Emeterio 72'), Chris Ramos (De la Rosa 81') y Carlos Fernández (Sobrino 63').

MÁLAGA: Alfonso Herrero, Gabilondo (Lorenzo 46'), Nelson Monte, Álex Pastor (Juanpe 81'), Víctor García, Manuel Molina, Sangalli (Carlos Puga 46'), Izan Merino, Larrubia (Sergio Castel 72'), Kevin (Rahmani 58') y Dioni.

ÁRBITRO: Moreno Aragón (madrileño). Amonestó a Víctor Chust por el Cádiz.

GOLES: 1-0 Ontiveros (23'), 2-0 Ontiveros (41'), 2-1 Dioni (53'), 2-2 Sergio Castel (82').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 9ª jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 11.507 espectadores.




CRÓNICA: El Cádiz CF agrava su precaria situación en la Liga con el quinto partido en casa sin conocer la victoria. La tuvo en su mano en el duelo andaluz contra el Málaga pero dilapidó dos goles de renta y del prometedor 2-0 pasó a la dura realidad del 2-2.

El conjunto amarillo fue engullido por rival ambicioso que además supo aprovechar dos errores de bulto en defensa que a la postre fueron decisivos. Una vez más, los tremendos fallos atrás costaron muy caros. Errores imperdonables en el fútbol profesional.

Son cinco los partidos seguidos sin un triunfo en el Nuevo Mirandilla, donde todos los rivales pescan con una facilidad pasmosa. Tres puntos de 15 es una cifra desastrosa para un supuesto aspirante al ascenso que una vez demostró que no lo es.

El equipo amarillo se basó en la inspiración de Brian Ocampo y Javier Ontiveros. El marbelí hizo un doblete ante el equipo del que salió hace años pero al final sirvió de poco. Sin ellos, poco más.

El preparador cadista sigue si dar con la tecla. Cuando quitó a sus dos baluartes, el Cádiz CF desapareció arriba y además concedió demasiado en su área.

La necesidad de ganar condujo a Paco López a apostar por la alineación más ofensiva desde el comienzo de la temporada: sin pivote en la media, con dos extremos puros y un par de delanteros, entre ellos Carlos Fernández en su primera titularidad como cadista.

No tardó en brotar la debilidad en materia defensiva. Los visitantes sólo tardaron cuatro minutos en poner apuros a David Gil con un centro envenenado de Kevin Medina que obligó al arquero a estirarse para evitar que el balón se colase junto a un poste.

Los locales arriesgaron desde el principio con una presión alta. Se trataba de que la pelota estuviese el mayor tiempo posible en la parcela malaguista. La primera ocasión de los amarillos llegó en el 10 en una acción de estrategia cuando, tras un saque de esquina, Zaldua mandó el balón alto muy erca del larguero con una volea desde la frontal del área.

Dos tiros más antes del primer cuarto de hora (Brian Ocampo y Ontiveros) confirmaron la vocación atacante de un equipo que durante ese corto periodo lanzó cuatro veces de esquina. El problema era cuando los costasoleños traspasaban la línea central. Era entonces cuando volvía a relucir la dificultad de los locales para defenderse con protagonismo para Kevin Medina.

El Cádiz CF tenía que vivir de su ataque y por abrió la lata en el ecuador de la primera mitad. Brian Ocampo, muy activo por la izquierda, se escapó por la banda, su centro al interior del área lo tocó de cabeza un zaguero y Ontiveros, irrumpió en carrera para, desde la zona del punto de penalti, conectar con el cuero con un testarazo letal con el que lo alojó en la portería junto a un poste.

El 1-0 suponía toda una novedad. Era la primera vez que los amarillos se ponían por delante en el marcador en el Nuevo Mirandilla en lo que va de curso. Necesitaron cinco partidos para conseguirlo. El siguiente paso era saber navegar con a favor de corriente.

Cambió el marcador pero no la sensación de fragilidad. El Málaga intentó responder y empujó arriba con llegadas peligrosas mientras los amarilos sufrieron como es habitual cuando deben destruir.

Avisó Ontiveros con un tiro desde el balcón del área que acabó con el balón atrapado por Alfonso Herrero (en el 34) y poco después (en el 38) apareció David Gil con un mano salvadora tras un cabezazo del ex cadista Dioni. Un paradón con el que impidió el empate y del posible 1-1 de pasó a la realidad del 2-0.

En el 41, un excelso Brian Ocampo firmó la enésima por la izquierda, centró al segundo palo y allí sorprendió de nuevo Ontiveros con un certero cabezazo cruzado con el duplicó la ventaja en el marcador. La conexión entre los dos extremos resultó letal. Un doblete del marbellí permitió al Cádiz presentarse al descanso con una renta que jamás había disfrutado en casa.

El Cádiz CF salió enchufado en la reanudación, sin dejar de presionar y con querencia por el contragolpe ante un rival obligado a irse arriba. En el 49, Brian Ocampo recibió solo dentro del área pero en un exceso de generosidad quiso pasar en lugar de tirar y entregó la pelota al cancerbero.

Los de casa parecían tenerlo todo bajo control pero a la hora de la verdad ofrecieron una segunda parte decepcionante. Se complicaron la vida tras un error de bulto de Glauder en el 53. Lo tenía muy fácil para despejar el central pero ni siquiera tocó el esférico y Dioni agradeció el regalo con eficacia. El guardameta dejó algo descubierto el primer palo y por ese lado definió el ariete para poner el 2-1 con casi toda la segunda parte por delante.

Ese gol fruto de un fallo clamoroso abrió un escenario nuevo. Obligados por las circunstancias, los visitantes fueron arriba con todo sin importarles dejar espacios atrás. El partido se volvió loco con ocasiones en las dos áreas. Todo quedó a expensas de acierto.

Un minuto después del tanto visitante, Carlos Fernández no marcó de milagro cuando remató con el portero vencido a un lado y Álex Pastor desvió a lo justo con el pie para que el balón se escapase por encima del larguero.

David Gil tuvo que intervenir con frecuencia para sofocar las intentonas malagueñas mientras Ocampo y Ontiveros volvieron a la carga con sendos disparos desbaratados por Herrero.

Paco López decidió dar un giro con acento defensivo cuando quitó a Carlos Fernández, Ontiveros y Brian Ocampo para dar entrada a Sobrino, Iván Alejo y Fede San Emeterio. Renunció a los hombres de calidad y lo apostó todo a la garra para sostener al resultado.

Guarecido en su campo, el Cádiz CF jugó sus cartas con el cierre de espacios y salidas a la contra. En el 77, Sobrino desbordó por velocidad pero con poco ángulo remató desviado.

Los anfitriones demostraron que no saben defender y un nuevo error, esta vez de Fede San Emeterio tras una indecisión de Iván Alejo, propició el tanto del empate del Málaga. El pivote regaló el balón en la zona trasera, David Gil lo repelió tras un misil y Castel, más listo que nadie, empujó a placer para devolver el empate al marcador.

El 2-2 fue un mazazo para un equipo que tuvo cerca la victoria pero supo concretarla. Hizo aguas atrás y los tres puntos se quedron en uno. En la recta final, un centro peligroso de De la Rosa y un cabezazo fuera de Castel fueron las más opciones más claras para cada equipo.

diariodecadiz.es




jueves, 10 de octubre de 2024

 SE DISPUTARÁ A PARTIDO ÚNICO EN EL ESTADIO DE LA VICTORIA

REAL JAÉN - CÁDIZ, EN LA COPA DEL REY



La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha celebrado en la mañana de este miércoles 10 de octubre el sorteo de la próxima edición de la Copa del Rey.

El Cádiz CF se enfrentará al Real Jaén CF en el Estadio Nuevo La Victoria. La eliminatoria se disputará el 29, 30 o 31 de octubre. El horario se espera conocer en las próximas horas.

cadizcf.com

martes, 8 de octubre de 2024

 LA CRÓNICA DE VERA LUQUE

SIGMUND FREUD, SALGA A CALENTAR




Me parece que un psicólogo se queda corto. De momento, necesitamos uno por futbolista, me parece a mí. De hecho, uno específico y de renombre para el muchacho que soltó el otro día eso de que éramos el Madrid o el Barcelona de la categoría.

Irresponsabilidad enorme la del menda, teniendo en cuenta que ese tipo de comparaciones le añade al plantel unos pocos de milibares más de presión, aspecto este del cual ya anda la peña bien despachada. Y por otro lado, al rival le da una motivación extra ante una autovaloración tan pretenciosa de un equipo ex-Primera, que lo será pero no lo parece.

Lo mismo el origen de tan desalmado disparate viene de las ínfulas mesiánicas de los mandamases del club, y lo digo por el amplio palmarés repleto de delirios de grandeza que llevan acumulados en estos años: desde el Estadio para 30.000 al “nunca pensaba que íbamos a descender”, pasando por el macrocomplejo empresarial de la hostia, el Silicon Valley del balompié mundial. Todo muy hyperloop, ya saben, el crecepelos mágico y otras maneras de empaquetar el humo y cobrártelo con 2 euros más por gastos de gestión. Otro psicólogo para esta gente, que algo de faena tiene.

Y para los que nos sentamos una semana en el sofá y otra en la grada, un escuadrón de psicólogos por favor. Porque los 90 minutos de cada finde te dejan para el arrastre, macho. Aunque ya puestos a pedir, si traen un psicólogo que para colmo sea rápido y vaya al corte con fuerza, mejor que mejor. Quizás se necesite más uno de esos.

Como recurso narrativo, aprovechar el torneo este de fútbol de la Playa de la Victoria, y emparejarlo con las últimas actuaciones de la defensa del Cádiz, sería de un oportunismo insultante. Pero no me nieguen que los términos “fútbol”, “playa”, y “defensa del Cádiz” casan bien. Penaltis provocados por acciones tan temerarias como poco disimuladas, delanteros que adelantan a los nuestros como un Fórmula Uno a un utilitario, regateos facilones para ellos debido a un exceso de docilidad desesperante…

Hace unos años, no tantos, el entramado defensivo gaditano era una coreografía perfecta, como esos desfiles de militares norcoreanos, cuando uno y cada uno de los que procesionan en tan bizarra cabalgata giran la cabeza al unísono para saludar al Cabessa. El Cádiz era un perfecto ballet moviéndose milimétricamente y cimentado en una defensa sin mucho más cartel que la de ahora (de hecho aún quedan algunos), pero que gracias a esa disciplinado sacrificio y a esa sacrificada disciplina, conseguía ganarle al Madrid en su casa haciendo cuatro faltas en todo el partido, o al Athletic en San Mamés jugando una morterá de minutos con ocho y el portero.

De aquella muralla no quedan ni los ladrillos. Llevamos catorce goles en ocho partidos. En una mezcla de friquismo y aburrimiento, me dio por escarbar. El último año en Segunda División que a estas alturas llevábamos tal cantidad de goles en contra fue en la temporada 1968/69. Eso sí, eran tiempos de delanteras de cinco y también llevábamos 14 a favor. Por cierto, aquel año bajamos a Tercera.

Quizás Paco López tenga culpa de ello. Por eso, se dice, se cuenta, se rumorea, que lo mismo el hombre no es que no se coma el turrón…es que lo mismo no se come ni un cartuchito de castañas ahora que vienen los Tosantos. Con todo y con eso, no me parece que Paco deba ser tratado por la historia como a otros entrenadores malditos que aquí tampoco llegaron a ver el alumbrado navideño.

Ya saben… Ismael Díaz, Pepe Escalante, Vidakovic, García Remón… tenemos un elenco curioso. Paco López fue el entrenador que ascendió con el Granada hace dos años, o sea que tampoco hablamos de una vieja gloria de los banquillos. Es más, todos estábamos encantados con su llegada. De ahí que la preocupación se me multiplique, y si hace dos semanas el miedo al descenso parecía difuminarse, de repente y no sé si influirán las primeras pamplinas de Halloween en algún escaparate, el pánico retorna.

Porque no es Paco un entrenador caprichoso de esos que reubican jugadores, o que dibujan tácticas suicidas. No es un visionario tipo Juanma Lillo, teórico de forzado acento argentino o tomador de decisiones inexplicables. Hasta ahora, las formaciones se ciñen a lo estándar, ningún futbolista juega extremadamente lejos de su localización natural…no hay nada que te lleve a resolver la papeleta aplicando el sentido común en la pizarra.

Paco lo aplica, pero no le sirve. Así que permítanme dudar de que llegue otro entrenador y cambie mucho el plan. Por eso, espero que más que un entrenador, desde el despacho oval se esté recopilando a un mínimo de media docena de futbolistas que el día 1 de enero estén alistados en las tropas y sirvan para resetear esta plantilla cuyo ciclo parece caducado. Porque por mucho que tú sepas hacer una paella, si los ingredientes no son los que son, la cosa no sale bien. Y si no, que le pregunten a Bárbara Rey.

cadizdirecto

lunes, 7 de octubre de 2024

 EL CÁDIZ ROZA LA ZONA DE DESCENSO TRAS UNA NUEVA DERROTA

JORNADA 8: RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN






sábado, 5 de octubre de 2024

LALIGA HYPERMOTION - JORNADA 8

 HUESCA 3 - CÁDIZ 1

NAUFRAGIO TOTAL EN EL ALCORAZ


HUESCA: Dani Jiménez, Gerard Valentín (Toni Abad 68'), Loureiro, Jorge Pulido, Diego González (Blasco 77'), Vilarrasa, Kortajarena, Óscar Sielva (Javi Mier 77'), Soko (Hugo Vallejo 68'), Jordi Martín y Unzueta (Rubén Pulido 89').

CÁDIZ: David Gil, Iza Carcelén, Fali (Glauder 45'), Víctor Chust, Matos (Zaldua 46'), Rubén Alcaraz, Kouamé, Álex Fernández (Brian Ocampo 63'), Iván Alejo (Carlos Fernández 46'), Ontiveros (Sobrino 76') y Chris Ramos. 

ÁRBITRO: Pérez Hernández (madrileño). Amonestó a Gerard Valentín y Dani Jiménez por el Huesca y a Matos, Fali, Iván Alejo, Iza Carcelén y Carlos Fernández por el Cádiz. Expulsó a Jorge Pulido (80') por doble amonestación.

GOLES: 1-0 Óscar Sielva (p.) (45'), 2-0 Soko (48'), 3-0 Kortajarena (62'), 3-1 Sobrino (86').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 8ª jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio El Alcoraz ante 5.949 espectadores.


 


CRÓNICA: El Cádiz CF está en descomposición. En clarísima descomposición. Y ha naufragado en el campo de El Alcoraz ante una SD Huesca que le ha pasado por encima en una segunda mitad en la que los de Paco López han tocado fondo.

Los amarillos han tenido más el balón, mucho más. Hasta el 64 por ciento en el momento en el que recibió el tercer gol (65,2 por ciento al final). Pero no ha sabido gestionar esa posesión para traducirla no ya en goles, ni tan siquiera en ocasiones de gol. Un periódico aragonés tituló en la previa “Viernes de fútbol y chirigotas”. Pues lo clavó.

El entrenador cadista trató de cambiar el rumbo de su equipo con cuatro cambios en el once inicial. Uno, obligado, el del lesionado Fede San Emeterio. Los otros tres, por decisiones tácticas. Fali jugó finalmente de central y entraron en el mediocentro Álex Fernández y Kouamé, que retrasaron a Alcaraz al pivote defensivo. Alejo fue finalmente titular en la derecha.

Pero el Cádiz CF pareció que no salió al partido. Tardó en darse cuenta qué necesitaba el choque y qué pedía el terreno de juego. Los locales metieron a los amarillos en su parcela en los primeros compases en los que no hubo señales de los amarillos en ataque. Parecía más lo que le venía pasando a los cadistas en las segundas partes más que un arranque de partido.

Aún así, tenían más el balón, pero en zonas sin peligro. Y cuando pasaba al área rival, no generaba sensación de peligro. Daba pases y pases horizontales y sin peligro. Hasta 481 pases ha realizado el cuadro cadista hoy. Por el contrario, cada acercamiento de la SD Huesca parecía que podía pasar cualquier cosa.

Pasado el ecuador de la primera mitad, otro penalti de esos que con el VAR son siempre, lo envió Sielva fuera. Fue, de hecho, la primera ocasión clara para cualquiera de los dos equipos. Pero los amarillos no vivieron ese subidón que se supone tras ver cómo el rival falla un lanzamiento desde los once metros.

Tan frío siguiendo que, a la siguiente jugada, en una falta casi en el círculo central, la sacaron los locales en corto antes de intentar colgarla en el área de David Gil y pudieron dar hasta tres toques antes de Kouamé se acercara.

Los amarillos disfrutaron una ocasión clara, de Álex Fernández, pero fue suficiente. Demasiado poco peligro, demasiado poco juego generado. Y no es que sufriera en exceso en defensa, no es que David Gil haya dejado en los primeros 45 minutos ninguna de esas paradas que ha firmado en muchas ocasiones.

Pero es que, en defensa, el Cádiz es muy blando. Ya no es algo exclusivo de los zagueros, es que desde el centro del campo rival llegan balones y contrarios en demasiada buena disposición. El mismo mal que lleva arrastrando tiempo y que Paco López no termina de atajar. En casa parece que hay bloqueo, pero fuera el equipo funcionaba. Hasta esta primera mitad.

Así llegó, con el primer tiempo expirando, la acción de otro penalti tan tonto como penalti. Fali agarró por debajo del sobaco a Kortajarena cuando le estaba ganando la posición. El árbitro lo vio y lo pitó. Y, para colmo de males, Fali se marchó lesionado. Sielva esta vez sí marcó y el Cádiz no supo cómo reaccionar en los minutos de añadido. Ni siquiera colgó un balón al área cuando se llevaban tres de añadido y sacaba una falta.

Paco López movió más el banquillo en el vestuario. Dejó en la caseta a dos amonestados y trató de cambiar la situación.

Pero no hubo tiempo apenas. En el primer centro al área, a Chris Ramos lo abrazan sin que el árbitro vea penalti y el equipo oscense se marca una contra de libro de la que salen muy mal parados Chust y David Gil.

El central, porque Soko le gana clarísimamente una carrera en la que empezó con ventaja. Y David Gil porque parecía un balón clarísimo para un portero que debe jugar adelantado cuando su equipo está tan volcado en ataque. Entre uno y otro, el partido cerrado.

Y solo podía ir a peor. Y fue a peor. Víctor Chus volvió a salir en la foto de una gran acción de Gerad Valentín por la derecha que se la puso desde la línea de fondo a Kortajarena para que hiciera el tercero. Antes, la SD Huesca le había cascado otra transición a los amarillos que son incapaces de igualarle una carrera a un rival. No digo ya ganarle.

Aviones y el Ajax de los 70 están pareciendo las bandas y los centros del campo de los rivales en los últimos encuentros del Cádiz. Y han sido Eldense y Huesca. Probablemente uno de los más claros síntomas de descomposición. El choque era un suplicio. Los amarillos tenían el balón y se asomaban al campo rival, pero con mordiente y peligro nulos. Previsible y sin chicha en su juego. Un absoluto desastre, que incluso pudo ser mayor.

Y cuando viene mal dadas y las dinámicas son malas, en el fútbol no sale nada. Chris Ramos volvió a provocar un penalti que supuso la segunda amarilla para Pulido. Los cadistas tenían la opción de invocar al más difícil todavía. Pero Alcaraz envió alto el penalti.

Aun así, el Cádiz lo intentó con juego muy básico, que es lo que parece que es para lo que le da. Balón a la olla y que Chris Ramos y Carlos Fernández la peleen. Así llegó el tanto de Sobrino, cuando el gaditano cedió atrás al sevillano y el rechace del meta local lo envió dentro Sobrino.

El Cádiz buscó el milagro con todo lo que quedaba en el banquillo a su técnico y con un dibujo que por momentos era un 1-4-2-3-1 más que un 1-4-4-2.

Los amarillos, con ese arreón de amor propio, no consiguieron maquillar el desastre de los 80 y muchos minutos anteriores. Acumuló ocasiones y presencias en el área, pero ya era muy tarde. Esperemos que no ocurra lo mismo cuando el equipo enmiende el rumbo. Este equipo no funciona, está en barrena y ya tampoco parece que le funciona el que parece fichaje seguro, el de su entrenador. Queda mucho, pero hay motivos para la preocupación. El Cádiz debe mostrar el nivel que se espera de él cuanto antes.

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